La tasa de impuesto predial en Francia sigue al alza y en 2025 crece otro 1,7% en las 200 ciudades más grandes, según la última edición del Observatorio Nacional de Tasas Prediales de la Unión Nacional de Propietarios Inmobiliarios (UNPI).
En la última década, el impuesto predial subió un 37,3%, casi el doble de la inflación del 19,9%, y más de cuatro veces la subida media de los alquileres, que fue del 8,7%. Esta escalada golpea fuerte a los propietarios del sur de Francia, con Montpellier registrando la sexta tasa más alta del país: 54,26% frente a una media nacional del 40,67%.
En ciudades cercanas los números también son elevados: 54,01% en Nîmes, 50,51% en Perpignan, y 49,65% en Toulouse. La media en las 50 ciudades más pobladas ronda el 44,33%, y al sumar la tasa para la recogida de basura (TEOM), el porcentaje sube a un promedio del 53,73%.
Michel Aslanian, adjunto delegado de finanzas en Montpellier, aclara que la tasa comunal no ha aumentado desde 2009, pero sí el “tasa de base” fijada por el Estado, que subió del 51,03% al 52,63% en 2021 tras el traspaso de la tasa departamental a la comuna.
En términos absolutos, un montpellierense paga en promedio 1.400 euros en impuesto predial, un 14% menos que en Toulouse y un 31% menos que en Burdeos.
La eliminación de la tasa de vivienda en 2023 por el Gobierno explica buena parte de este traslado del coste a la tasa predial, señala la UNPI. Desde 2021 las colectividades dejaron de cobrar esa tasa y reciben una compensación estatal, pero para equilibrar sus finanzas ajustan al alza la tasa predial.
Además, la tasa de recogida de basura (TEOM) ha subido un 7% en un año y un 20% en cinco, llegando a 144 euros por habitante en 2023, golpeándose también por la subida de la “tasa general sobre actividades contaminantes” que afecta a las empresas de gestión de residuos.
Esta presión extra sobre la gestión de residuos llevará a un nuevo aumento previsto en la ley de finanzas 2026, con la tasa sobre residuos enterrados subiendo de 65 euros la tonelada a 105 euros en 2030, un 62% más. Los municipios deberán repercutir ese gasto a los contribuyentes.
La Unión Nacional de Propietarios lo resume: “la relación entre aumento de población y aumento del impuesto predial es una consecuencia directa de la supresión de la tasa de vivienda”.
Curiosamente, en el año previo a las elecciones municipales (2025), la subida del impuesto predial se modera, como ya ocurrió en 2019, en un intento de evitar presiones con la opinión pública.
