Sébastien Lecornu anunció la suspensión de la controvertida reforma de las pensiones para evitar una censura en la Asamblea Nacional. Afecta directamente a unos 600 000 franceses que se beneficiarán de esta paralización en 2026 y 2027.
Con la suspensión, se mantiene la edad legal de jubilación congelada entre 62 años y 9 meses y 63 años, frenando la ley que buscaba elevarla progresivamente. La primera generación en beneficiarse será la nacida en 1964, que podrá jubilarse a los 62 años y 9 meses desde el 1 de octubre de 2026, adelantando su retirada casi tres meses respecto a lo previsto para enero de 2027.
Además, se suspende la aceleración de la reforma Touraine de 2014, que incrementaba los años necesarios para jubilarse con tasa plena de 42 a 43 años de cotización. Eso significa que hasta al menos enero de 2028, la cifra se mantiene en 170 trimestres, según indicaciones del Primer Ministro.
Este nuevo viraje deja en el limbo a miles de trabajadores que en 2023 continuaron activos esperando la reforma para alargar sus carreras. En la región de Charente, la redacción invita a afectados a compartir sus experiencias y reacciones enviando un correo a [email protected] o llamando al 05-45-94-16-00.
Las tensiones políticas y sociales en torno a la reforma de pensiones siguen vivas. El gobierno busca ganar tiempo ante nuevas batallas parlamentarias y la cercanía de las elecciones presidenciales, sin comprometer, por ahora, cambios duraderos.
Queda claro que esta suspensión es un parche temporal. La edad y las condiciones de jubilación se mantendrán intactas hasta que se reanude la discusión política después de 2028.
