Taipei, Taiwán. El presidente taiwanés Lai Ching-te anunció este 10 de octubre la aceleración del desarrollo del nuevo sistema de defensa aérea denominado T-Dome, destinado a responder a la presión militar creciente de China. Durante su discurso en la celebración del 114º aniversario de la fundación de Taiwán frente al Palacio Presidencial, Lai prometió un sistema de defensa “en capas múltiples, con detección avanzada e intercepciones efectivas”.
El mandatario subrayó que el T-Dome integrará tecnologías de punta e inteligencia artificial para crear un “sistema defensivo inteligente” que refuerce la disuasión asimétrica contra posibles agresiones. Hasta ahora, Taiwán basa su defensa aérea en misiles estadounidenses Patriot y el sistema local Sky Bow.
Lai también confirmó la intención de elevar el gasto en defensa por encima del 3% del PIB para 2026 y llegar al 5% en 2030. “El incremento es una necesidad frente a la amenaza enemiga y un motor para la industria local”, declaró.
Las tensiones con China comunista se intensifican desde la llegada al poder del Partido Democrático Progresista (DPP) en 2016, a cuyos líderes Pekín etiqueta de “separatistas” por su defensa abierta de la soberanía de Taiwán.
En julio, Taiwán simuló por primera vez una invasión china durante sus maniobras militares Han Kuang. Según fuentes estadounidenses, el presidente chino Xi Jinping ordenó a su Ejército Popular de Liberación estar listo para atacar la isla en 2027.
“China debe renunciar al uso de la fuerza para cambiar el statu quo en el estrecho de Taiwán”, insistió Lai.
China respondió cuatro días después con nuevos ejercicios militares considerados una “advertencia severa” a las fuerzas llamadas “separatistas”. Esta escalada generó preocupación en Washington, Bruselas y Londres.
El Ministerio de Defensa taiwanés reportó que en las 24 horas previas al discurso se detectaron 8 vuelos militares chinos y 9 buques navales cerca de la isla, con cuatro incursiones en su zona de defensa aérea (ADIZ). Estos movimientos forman parte de un patrón persistente de provocaciones.
Ubicada en la primera cadena de islas clave en Asia—que conecta el sur de Japón con Filipinas y Malasia—Taiwán es un punto crítico en la seguridad regional. Lai recordó las lecciones de la Segunda Guerra Mundial y advirtió contra la repetición de tragedias bélicas.
Un funcionario estadounidense destacó que la promesa de Lai de aumentar el presupuesto y buscar la paz es bienvenida. “No especulamos sobre la reacción de Pekín; los discursos rutinarios no deben justificar acciones militares coercitivas”, dijo.
Este impulso de Taiwán coincide con un aumento constante de incursiones chinas, que desafían su soberanía y alimentan la tensión en el Pacífico.
