TotalEnergies no se da por vencido en África pese a la caída de su producción en el continente. La multinacional francesa afronta un revés judicial luego de que un tribunal francés le exigiera el 18 de septiembre entregar documentos adicionales para evaluar el daño ambiental causado por sus proyectos en Uganda y Tanzania.
Estos proyectos clave, Tilenga en Uganda y el oleoducto EACOP asociado, siguen siendo el foco de protesta de grupos ecologistas que cuestionan el impacto ambiental en zonas sensibles, como el parque nacional de Murchison Falls.
Pero TotalEnergies apunta a disipar dudas y acelerar el desarrollo. La empresa planea impulsar nuevas licencias para aumentar su producción y compensar así la caída que registra actualmente en África, donde ha sido históricamente un actor dominante en el sector petrolero.
El proyecto Tilenga incluye la construcción de una plataforma petrolera en un área protegida del oeste de Uganda, que fue fotografiada en febrero de 2023 dentro del parque Murchison Falls, una zona clave para la biodiversidad del país.
En respuesta a la ofensiva judicial y la presión ambiental, TotalEnergies insiste en que seguirá adelante para asegurar el suministro energético, aprovechando su infraestructura y explorando nuevas zonas para extracción en el continente.
Fuentes internas aseguran que la compañía desea despejar las incertidumbres legales y proseguir con inversiones millonarias tras un período de repliegue y dificultades operativas que han afectado los volúmenes de producción.
Con una clara apuesta por África, TotalEnergies busca reafirmar su posición estratégica y no dejar que los retrasos judiciales ni la oposición ambiental frenen su crecimiento en esta región clave para su futuro.
El caso sigue bajo escrutinio tanto judicial como público, y la empresa tiene plazo para entregar los documentos solicitados que permitan valorar el impacto ambiental completo de sus operaciones. Mientras tanto, mantiene activa la construcción y desarrollo de sus campos petrolíferos.
Este escenario demuestra la tensión permanente entre energías fósiles, demandas de protección ambiental y la urgencia energética global, especialmente en un continente que sigue siendo vital para los planes expandidos de las grandes petroleras.
