Un fuerte movimiento sacude la política local de Marsella a tres años de las elecciones municipales de 2026.
Sébastien Barles, adjunto encargado de la transición ecológica y hasta ahora aliado cercano del alcalde Benoît Payan, ha decidido abandonar su equipo para unirse a la Francia Insumisa (LFI) y respaldar al diputado Sébastien Delogu.
Barles, que ya fue candidato ecologista en 2020, tomó la determinación tras acusar al gobierno municipal de incumplir las promesas de cambio hechas en esos comicios. Según un comunicado de su colectivo Vaï, “las renuncias, la verticalidad del poder y la opacidad en las decisiones” han bloqueado una verdadera transformación verde y democrática en Marsella.
“Nada es fácil cuando se opone a un funcionamiento demasiado vertical y poco democrático”, dijo Barles a Le Figaro.
Esta ruptura refleja tensiones internas dentro del equipo de Payan, cuya relación con Delogu ha sido tensa desde las legislativas. Pero los insumisos ven la incorporación de Barles como un primer paso crucial para unificar la izquierda ecológica y ciudadana.
Desde LFI aseguran que, pese a las diferencias, si logran liderar la primera vuelta en 2026, extenderán la mano para una posible alianza con Printemps Marseillais y el alcalde actual para evitar que la extrema derecha acceda al poder en Marsella.
El escenario político local empieza a redefinirse con esta nueva fractura a la izquierda, que podría marcar el rumbo del próximo ciclo electoral en la ciudad más grande de la región Provenza-Alpes-Costa Azul.


































