Un hombre de 22 años falleció tras ser alcanzado por un disparo el 13 de octubre durante una manifestación contra el cuarto mandato del presidente Alassane Ouattara en Bonoua, al sureste de Costa de Marfil, confirmó la policía nacional.
Según un comunicado oficial, el joven “falleció por heridas de bala tras recibir un proyectil en la mandíbula disparado por individuos no identificados que circulaban en un vehículo 4×4”. Las autoridades abrieron una investigación para esclarecer el caso.
La muerte ocurre en un contexto de fuerte tensión política, a menos de dos semanas de las elecciones presidenciales. Los principales líderes de la oposición, Laurent Gbagbo y Tidjane Thiam, vieron rechazadas sus candidaturas por el Consejo Constitucional, y todas las protestas contra estas decisiones están prohibidas por el gobierno.
El Frente Común, coalición opositora que agrupa a los partidos PDCI y PPA-CI, llamó a manifestaciones diarias para desafiar la prohibición y presionar contra la validación del cuarto mandato de Ouattara.
El pasado 11 de octubre, se intentó una gran marcha en Abiyán, la capital económica, que fue dispersada con gases lacrimógenos por la policía. La portavoz del Frente, Habiba Touré, calificó como en riesgo la paz social y aseguró que “las libertades de reunión y manifestación están garantizadas por la ley”.
Los días 13 y 14 se registraron bloqueos y protestas en distintas localidades con fuerte apoyo opositor, como Bonoua, La Mé y la región de Gagnoa, mientras que la vida en Abiyán seguía normalmente, apuntando a una división territorial de las protestas.
El presidente Ouattara, en visita en la capital política Yamusukro el 14 de octubre, se reunió con jefes tradicionales y pidió calma.
“La democracia no necesita violencia para expresarse, todo se hará para garantizar unas elecciones transparentes y seguras”, afirmó Ouattara.
La muerte del joven exacerbó la tensión en un país que todavía arrastra heridas de anteriores crisis electorales y conflictos postelectorales.
La coalición opositora prepara nuevas movilizaciones masivas, mientras el gobierno mantiene firme la prohibición de manifestaciones públicas.
La situación se mantiene volátil cuando apenas resta poco más de una semana para las elecciones que marcarán el rumbo de Costa de Marfil.
