La asociación ambiental Vienne natura lanzó este lunes 20 de octubre una dura crítica contra el proyecto de instalar una gigantesca plantación de bambú en Availles-Limouzine, en el departamento de Vienne.
El terreno, que suma 481 hectáreas, está comprometido para venta a la sociedad Rhiza-Immo, con explotación a cargo de Horizom. La asociación cuestiona que esta operación responde más a un mecanismo de “caza de créditos de carbono” que a un modelo agrícola sostenible.
“Este proyecto representa un golpe fuerte para la biodiversidad y la agricultura local”, alertó Vienne natura en su comunicado, denunciando que no existe una cadena de valor de bambú en la región capaz de garantizar los beneficios económicos prometidos.
La preocupación principal se centra en que la transformación de esas tierras hacia cultivos industriales o energéticos contribuye a la “deprise agricole” —la pérdida acelerada de actividad agrícola— en un territorio donde ya han desaparecido más de 1.000 explotaciones entre 2010 y 2020.
Vienne natura reclama a las autoridades estatales que ordenen una rigurosa estudio de impacto antes de avanzar con un proyecto que consideran “industrial y especulativo”. Según la asociación, sin un mercado local consolidado de bambú, la planta alimentará exclusivamente la especulación financiera en torno a los créditos de carbono, en detrimento del medio ambiente y los agricultores tradicionales.
Este rechazo refleja una tensión creciente en Francia entre iniciativas verdes vinculadas a la economía del carbono y la defensa de la agricultura de subsistencia y el patrimonio natural regional.
Los próximos pasos dependen ahora del gobierno, que deberá evaluar científicamente y políticamente una propuesta que divide al territorio.
