Vincent Lagaf’, conocido presentador francés, estuvo al borde de la muerte este verano tras descubrirse que tenía dos arterias coronarias bloqueadas casi en su totalidad, con un 97% y 95% de obstrucción respectivamente. Según contó en una entrevista al Parisien, su estado era tan grave que estuvo “a dos dedos de un accidente vascular”.
Cuando planeaba pasar sus vacaciones en el sur de Francia con su pareja y sus perros, Lagaf’ tuvo que cancelar todos sus planes para ser ingresado primero en un hospital en París y luego en una clínica en Issy-les-Moulineaux. La alerta llegó luego de que empezara a sentir una fatiga inusual durante las grabaciones del regreso del emblemático programa Bigdil en RMC Story.
“No podía ni correr sin quedarme sin aliento, algo totalmente nuevo para mí”, explicó el presentador, cuyo verdadero nombre es Vincent Rouïl. Fue su hijo, Robin, que trabaja como camarógrafo en el mismo programa, quien le insistió para que consultara a un médico.
Un amigo cardiólogo le realizó una coronariografía que reveló la gravedad: dos arterias severamente bloqueadas. En menos de 24 horas ya tenía cita para un quintuple bypass con el Dr. Patrick Nataf en el hospital Bichat, en el XVIII distrito parisino.
“Tu pronóstico vital está comprometido”, le advirtió el médico, palabras que impactaron profundamente a Lagaf’.
Terminó operado a finales de julio, permaneciendo una semana hospitalizado, incluidos cuatro días en cuidados intensivos. Al salir, denunció las precarias condiciones materiales del hospital, al tiempo que alabó el compromiso del personal médico.
Después continuó su rehabilitación en la clínica Corentin-Celton, en Issy-les-Moulineaux. Apenas pudo salir para estar presente en el nacimiento de su nieto, un momento que calificó de “renacimiento personal”.
Lagaf’ admite que este golpe a su salud le hizo replantearse algunos hábitos. “Voy a escuchar más mi cuerpo y frenar cuando esté cansado, pero no dejaré de vivir ni de hacer locuras con mi buggy”, afirmó.
A día de hoy, ya ha retomado sus actividades profesionales y prevé seguir activo. Su experiencia pone en evidencia los riesgos silenciosos de la enfermedad cardiovascular, especialmente en personas que quizá subestiman síntomas como fatiga o falta de aliento.


































