Tres hombres armados y encapuchados irrumpieron en la casa de un matrimonio de ancianos en Airvault (Deux-Sèvres) en la madrugada del 17 de abril buscando un tesoro: un saco con 120 Louis d’or valorados en varios miles de euros, fruto de una herencia reciente. Con gritos desesperados, preguntaban por las monedas de oro. La mujer les indicó dónde estaban los joyas para que el asalto terminara lo antes posible. Su marido fue golpeado brutalmente y temió perder la vida.
La banda huyó con las joyas familiares, pero la rápida y compleja investigación llevada a cabo por la policía local y la sección de investigaciones de Poitiers permitió detener a los culpables el 3 de septiembre. Las detenciones incluyeron a dos cómplices: una joven empleada bancaria de Neuville y su ex pareja, implicados por brindar información clave sobre los Louis d’or.
Los investigadores establecieron que el robo fue planeado con precisión. El cómplice parisino y el châtelleraudais conocido por su historial judicial organizaron el golpe con ayuda de dos hombres llegados de la región parisina y una escort. Entre los arrestados se encuentran Bilal Kefif, Christ Bikinkita alias “Jean hold-up” y Keylian Malerbi, también conocido como “Biz”.
En la corte de Niort, después de un largo juicio, Bilal Kefif y Christ Bikinkita fueron condenados a siete años de prisión firme, Keylian Malerbi a cinco años, y Selim Achard, implicado en la filtración de información, a cinco años con un año en suspensión. La joven empleada del banco fue absuelta por falta de pruebas.
El fiscal subrayó la violencia del asalto y la vulnerabilidad de las víctimas, señalando que “el home-jacking no solo afecta a figuras urbanas conocidas”. Las sentencias pueden ser apeladas en los próximos diez días.
Este caso ha puesto en foco la violencia y el delito organizado entre Deux-Sèvres y Vienne, además de la complicidad interna con filtraciones desde una agencia bancaria local en Parthenay. La banca no fue considerada como parte civil ni algunos testigos clave fueron llamados.
En resumen, la búsqueda de un tesoro familiar terminó con una red criminal desmantelada y culpables encarcelados por extorsión violenta. Las víctimas continúan recuperándose del trauma sufrido aquella noche de abril.


































