Wole Soyinka, primer africano galardonado con el Nobel de Literatura en 1986, confirmó ayer que el consulado estadounidense en Lagos canceló su visa tras sus críticas al expresidente Donald Trump.
El escritor y dramaturgo nigeriano, conocido por su activismo político, recibió una carta oficial del consulado en la que se invocan normas del Departamento de Estado que permiten anular visas de no inmigrante “a discreción”. A Soyinka se le pidió llevar su pasaporte para proceder con la cancelación.
“Estoy satisfecho con la cancelación de mi visa,” dijo Soyinka frente a medios reunidos en Lagos, añadiendo que no tiene intención de gestionar una nueva invitación. “No tengo visa, estoy prohibido de entrada,” sentenció.
En el pasado, Soyinka había gozado de estatus de residente permanente en EEUU, aunque destruyó su Green Card tras la elección de Trump en 2016. El autor había sido llamado a renovar su visa este año, pero el consulado decidió revocarla.
El Nobel, quien ha enseñado en prestigiosas universidades estadounidenses como Harvard y Cornell, criticó también las políticas migratorias de Trump, especialmente las redadas masivas y la separación de familias inmigrantes sin papeles.
“Ver a personas arrestadas en la calle, desaparecer durante meses, y niños separados de sus madres es lo que más me preocupa,” afirmó Soyinka.
En sus recientes declaraciones, Soyinka comparó a Donald Trump con Idi Amin Dada, el dictador ugandés responsable de la muerte de hasta medio millón de personas y la expulsión de comunidades enteras en los años 70. “Al compararlo con Amin, le estaba haciendo un cumplido, se comporta como un dictador y debería estar orgulloso de ello,” dijo el escritor.
Consultado sobre la posibilidad de volver a Estados Unidos, Soyinka respondió con ironía: “¿Qué edad tengo?”, y aclaró que no haría la iniciativa, pues “no busca nada allí”. No obstante, dejó abierta una puerta a eventuales invitaciones en otras circunstancias.
Con más de 60 obras entre piezas teatrales, ensayos y novelas, Wole Soyinka es una voz influyente en la literatura y política africana desde los años 60, siendo crítico del pan-africanismo tradicional y promotor de ideas alternativas como la “tigritud”.
Este conflicto diplomático y cultural refleja las tensiones entre la comunidad intelectual africana y la política estadounidense, especialmente en un momento en que temas migratorios siguen muy controversiales para Washington.


































