Volkswagen anuncia la suspensión temporal de producción en dos de sus principales plantas alemanas, Zwickau y Dresde, ambos dedicados a sus modelos eléctricos. La paralización tendrá lugar durante la primera semana de las vacaciones de otoño, confirmó un portavoz de la marca. La decisión se toma como respuesta directa a una demanda por debajo de lo esperado en el mercado.
Estas medidas no son aisladas. En Francia, El grupo Stellantis ya había anunciado la parada de producción en sus plantas de Poissy, Mulhouse y Sochaux. La industria automotriz europea sufre en general una caída en volúmenes de venta que obliga a los fabricantes y proveedores, incluido Bosch, a ajustar fuerzas de trabajo y detener líneas de montaje.
Los sitios afectados en Alemania son claves para Volkswagen: Zwickau produce modelos como el Audi Q4 e-tron, Volkswagen ID.3 e ID.5; mientras Dresde se centra principalmente en el ID.3. A pesar de la situación, Volkswagen refuerza su apuesta en Francia con fuertes descuentos en modelos eléctricos. Por ejemplo, el VW ID.4 Pro puede llegar a descontarse hasta 13.400 euros sumando promociones y ayudas estatales, una estrategia para impulsar ventas que exige negociar en concesionarios.
Pero la crisis apunta a algo más profundo para Volkswagen, que podría reducir su plantilla en Alemania en cerca de 35.000 empleados para 2030, casi un 29% de su fuerza laboral local. Estas cifras reflejan la transformación del sector y las dificultades del mercado eléctrico para alcanzar expectativas iniciales.
El panorama actual obliga a los grandes fabricantes a tomar decisiones drásticas para ajustarse a un mercado en transformación, con frenazos en las líneas de producción que anticipan meses complicados.
