Warner Bros. Discovery ha salido al paso del llamado al boicot de instituciones cinematográficas israelíes impulsado por el colectivo Film Workers for Palestine. En un comunicado enviado a Variety, el estudio estadounidense dejó claro que adherirse a esta iniciativa va contra sus políticas internas contra la discriminación.
“Warner Bros. Discovery está comprometido a mantener un entorno inclusivo y respetuoso para empleados y colaboradores. Nuestras políticas prohíben toda forma de discriminación, incluyendo por raza, religión, origen nacional o ascendencia. Creemos que un boicot a instituciones cinematográficas israelíes viola estas políticas,”
afirmó un portavoz del gigante del entretenimiento.
El colectivo Film Workers for Palestine, que cuenta con el respaldo de figuras como Olivia Colman, Emma Stone, Mark Ruffalo y Javier Bardem, lanzó su campaña en septiembre. Esta iniciativa pide a cineastas evitar colaborar con eventos y entidades israelíes como el Jerusalem Film Festival, Haifa International Film Festival, Docaviv o TLVFest, acusándolas de estar implicadas en “genocidio y apartheid” contra el pueblo palestino.
El grupo busca que el boicot se aplique exclusivamente a las instituciones, con excepciones para ciudadanos israelíes de origen palestino. Además, enfatizan que no se pretende afectar a profesionales individuales por su origen étnico o religioso.
El boicot ha causado división en Hollywood. Más de 1.200 profesionales firmaron una carta abierta rechazando la medida, destacando figuras como Liev Schreiber, Mayim Bialik y Debra Messing. La controversia recuerda movimientos históricos como el Filmmakers United Against Apartheid para boicotear el cine sudafricano durante los años 80.
Desde el punto legal, diversas asociaciones europeas y estadounidenses de abogados han señalado que el boicot podría infringir leyes contra la discriminación. El grupo UK Lawyers for Israel advirtió que la iniciativa viola la Equality Act 2010 y podría exponer a empresas y sindicatos a litigios y problemas con seguros y financiación. En Estados Unidos, el Louis D. Brandeis Center for Human Rights Under Law también alertó sobre infracciones a leyes federales y estatales de derechos civiles.
El rechazo de Warner Bros. se suma al comunicado emitido en septiembre por Paramount. Su directora de comunicaciones, Melissa Zukerman, aseguró que el estudio no apoya el boicot y pidió más diálogo en la industria para avanzar hacia la paz. “Silenciar artistas por su nacionalidad no ayuda a entender ni acercar posturas,” dijo.
Con más de 8.000 profesionales firmando la petición original y la respuesta igualmente amplia de los detractores, el debate sobre el boicot a las instituciones israelíes sacude el mundo del cine y plantea delicadas preguntas sobre política, derechos humanos y libertad artística en medio del conflicto israelí-palestino.
