Volodymyr Zelensky lanzó una severa advertencia este miércoles desde la Asamblea General de la ONU: Europa no puede permitirse perder también a Moldavia.
El presidente ucraniano situó a Moldavia en el centro de la disputa geopolítica que enfrenta a Occidente con Rusia en el espacio post-soviético. Con elecciones legislativas clave este domingo 28 de septiembre, el país que limita con Ucrania y Rumania debe decidir entre reforzar su camino hacia la Unión Europea o regresar al dominio ruso.
“La Rusia intenta hacer con Moldavia lo mismo que el Irán hizo con el Líbano. Ya hemos perdido Georgia y Bielorrusia también va en esa dirección”
Es un momento crítico para la joven democracia moldava de 2,5 millones de habitantes, independiente desde 1991. El último referéndum en octubre fortaleció por poco la meta constitucional de adhesión a la UE, pero la división es profunda.
El partido proeuropeo en el poder desde 2021, Partido Acción y Solidaridad (PAS), liderado por la presidenta Maia Sandu, mantiene la ventaja en las encuestas, aunque ha perdido terreno por la crisis económica y la lentitud en reformas anticorrupción.
Enfrente está el Bloque Patriótico, principal fuerza prorrusa, que culpa a la ruptura con Moscú por el alza de precios y la inflación del gas, y apuesta por un acercamiento con Rusia.
La presidenta Sandu denunció abiertamente la injerencia rusa en las elecciones. Moscú estaría gastando cientos de millones de euros para influir, pagar votos y fomentar el desorden.
“El Kremlin compra cientos de miles de votos, intoxica con mentiras y financia a individuos para crear violencia y miedo”
Las autoridades moldavas también están alertas ante la región separatista prorrusa de Transnistria, donde cerca de 30.000 moldavos podrán votar en 12 colegios especiales situados en la frontera. Transnistria, enclave de apenas 200 km, declaró su independencia en 1990 y pidió en febrero al Kremlin “medidas de protección”, aumentando el riesgo de desestabilización.
Expertos como Nicolae Tibrigan, de la Academia Rumana, confirman que Moldavia se ha convertido en “campo de pruebas” para la guerra de información rusa en Europa del Este, con campañas de desinformación que buscan erosionar la confianza en el proceso democrático.
Con la guerra de Ucrania a su puerta, Moldova es hoy un tablero clave para la influencia entre Rusia y la UE. El resultado del domingo podría definir su futuro político y su estabilidad regional.
