Esta semana decenas de miles de automovilistas italianos están recibiendo múltiples notificaciones que reclaman pagos de bollos auto atrasados tras años olvidados o pasados por alto. La campaña de cobranza, que incluye desde simples recordatorios hasta cartillas ejecutivas, tiene en alerta a muchos propietarios de vehículos que no saben bien cómo proceder frente a las cartas y paquetes que inundan sus buzones.
Distinción clave en las notificaciones: color y emisor marcan la urgencia
No todas las cartas que llegan tienen la misma importancia legal ni generan las mismas consecuencias. El primer dato clave que debe saber cualquier conductor es identificar el color y el remitente de la notificación. Solo así podrá valorar los riesgos y entender los plazos para actuar.
Las ya tristemente célebres bustas verdes son las más preocupantes. Son enviadas por la Agenzia delle Entrate-Riscossione, la agencia tributaria de cobranzas que gestiona embargos y multas. Estos envíos suelen ser cartas formales que constituyen una cartella esattoriale o un acto judicial. En este caso, los plazos para responder son muy cortos y la falta de reacción puede acabar en ejecución forzosa.
Por otro lado, las bustas blancas o avana se usan principalmente para avisos bonarios emitidos por las autoridades regionales. No son órdenes de pago estrictas, sino un primer llamado para que el propietario regularice su situación. Su valor jurídico es menor pero tiene la función legal de interrumpir el período de prescripción, es decir, evitar que el reclamo se extinga automáticamente tras cierto tiempo.
Finalmente, están las comunicaciones enviadas por el Automobile Club d’Italia (ACI), usualmente en sobres blancos, que cumplen principalmente una función informativa o de recordatorio. Estas no constituyen una intimación directa al pago.
Prescripción y plazos: cuándo y cómo reclamar
El sistema italiano establece que el derecho a exigir el pago del bollo automovilístico prescribe tras tres años a menos que reciba un sollecito o requerimiento formal que interrumpa este plazo y reinicie el contador. Por ejemplo, el bollo del año 2020 prescribía a finales de 2023, concretamente el 31 de diciembre, si no se recibió aviso oficial que interrumpiera ese período.
Esto implica que algunas de las cartas que llegan reclamando bollos de años antiguos podrían estar basadas en deudas ya extintas. En esos casos, los ciudadanos tienen derecho a presentar una istanza di autotutela (recursos administrativos) o incluso un ricorso para invalidar la recuperación.
Cuando la carta verde llega, normalmente no se trata de la primera notificación, sino de un acto ejecutivo posterior a uno o más llamados previos realizados por la región. Esto significa que el período de prescripción ha sido interrumpido y la amenaza de embargos o sanciones económicas reales es inmediata.
Cómo reaccionar ante una carta de bollos atrasados
El error más común que puede empeorar la situación es ignorar la recepción de la carta, aunque pueda parecer una estrategia para evitar la deuda. La ley establece que la notificación se considera recibida a partir de la entrega y la fecha importa para el cómputo de los 60 días que tiene el destinatario para presentar quejas o recursos, incluso si no firma la recepción.
Lo correcto es retirar la notificación personalmente y leerla con atención. Si la deuda reclamada ya fue saldada, basta enviar las facturas o recibos de pago al ente encargado a través de correo certificado o PEC (correo electrónico certificado utilizado en Italia con valor legal).
Si la notificación corresponde a un bollo prescrito, conviene asesorarse para presentar un recurso por la vía administrativa. Sin embargo, si se confirma la deuda, conviene cancelar para evitar mayores sanciones o intereses.
Una oleada de reclamos con impacto social y fiscal
Esta avalancha de avisos refleja un esfuerzo coordinado de las autoridades locales y la agencia fiscal para recuperar miles de millones en impuestos impagos acumulados durante los últimos años. La experiencia sugiere que muchos conductores han acumulado bollos sin pagar por olvido o dificultades financieras, y ahora se enfrentan a una presión que requiere respuesta rápida y precisa.
Además, el fenómeno está generando confusión porque las cartas son muy similares en formato y tamaño, pero legalmente su peso es radicalmente diferente. Según fuentes regionales, la campaña busca visibilizar los millones de euros sin cobrar al tiempo que obliga a la población a actualizar su estado tributario y a regularizar su situación.
Recomendaciones para automovilistas afectados
Expertos en derecho fiscal y asociaciones de consumidores aconsejan:
- Leer todas las notificaciones independientemente del color.
- No dejar pasar los 60 días para presentar un recurso o pagar.
- Guardar todos los comprobantes de pago para posibles reclamaciones.
- Consultar con un experto en caso de cartas verdes o embargos.
- Evitar la ignorancia o demora porque puede agravar la situación.
La pandemia y el aumento de costos han complicado las finanzas de muchos españoles e italianos, pero ahora la fiscalidad vuelve a apretar. Las autoridades están claras: ni un bollo debe quedar sin cobrar.
La clave estará en distinguir qué clase de notificación recibimos. Un sobre verde implica riesgo real de ejecución, mientras que una carta blanca puede ser solo un aviso para no perder el derecho a reclamar. Saber esta diferencia puede ahorrar miles de euros y evitar procesos legales prolongados.
