Un grave error de aterrizaje ocurrió en el aeropuerto de Niza cuando un avión procedente de Londres Gatwick descendió sobre la pista incorrecta.
El incidente casi termina en una colisión con otro avión que ya se encontraba en la pista, con una separación de apenas 3 metros entre ambos.
La maniobra equivocada generó una situación de altísimo riesgo que fue controlada a tiempo por el control aéreo y la tripulación de ambos aviones.
El aeropuerto inició una investigación para determinar las causas del error, que incluirá un análisis de las comunicaciones entre torre y pilotos y la secuencia de luces y señales en pista.
No se reportaron heridos ni daños, pero la alarma se mantiene alta dada la proximidad de los dos aviones en un punto crítico de la operación aérea.
Las autoridades aeroportuarias reiteraron que las operaciones siguieron suspendidas momentáneamente mientras revisaban protocolos y sistemas de apoyo a la navegación en tierra.
Este episodio subraya la importancia de la máxima atención y coordinación en fases decisivas como la aproximación y el aterrizaje, donde cualquier fallo puede tener consecuencias dramáticas.
