San Bonifacio, Italia. El alcalde de San Bonifacio, Fulvio Soave, ha superado una delicada situación de salud tras más de un mes de incertidumbre y múltiples análisis que finalmente confirmaron que su estado crítico fue causado por la enfermedad de Lyme, una patología bacteriana transmitida por la mordedura de una garrapata infectada.
Soave comenzó a presentar los primeros síntomas el 30 de agosto tras regresar junto a su familia de unas vacaciones en Campitello di Fassa, en la región del Trentino. El alcalde sufrió fiebre muy alta —superior a los 40 grados—, temblores, agotamiento extremo y dificultades respiratorias, síntomas que inicialmente fueron confundidos con una gripe común por él mismo y su médico de cabecera.
Semana infernal y hospitalizaciones
Durante la primera semana, la situación empeoró hasta que el alcalde tuvo que ingresar en el pronto socorro de San Bonifacio el 6 de septiembre, justo después de celebrar el quinto cumpleaños de sus gemelos. En el hospital Fracastoro, bajo la supervisión de la doctora Sara Lombardi, Soave fue sometido a exhaustivos análisis: pruebas de sangre, radiografías pulmonares y test de covid-19 que descartaron inicialmente pulmonías, covid u otras infecciones habituales de la temporada.
A pesar de recibir un tratamiento con un antibiótico de amplio espectro, Soave fue dado de alta el 12 de septiembre sin un diagnóstico definitivo. Sin embargo, poco después la fiebre regresó con fuerza y su malestar general aumentó al punto que debió regresar a urgencias el 13 de septiembre, donde se le realizaron más pruebas, llegando a extraerle 18 tubos de sangre en un solo día.
Búsqueda desesperada de diagnóstico
Durante este proceso los médicos consideraron diversas enfermedades. En una etapa se pensó que Soave podría tener mononucleosis, pero esta hipótesis fue descartada. Otro caso similar ocurrió en el vecino municipio de Palù, donde el alcalde Francesco Farina presentó síntomas semejantes y se sospechó también de la enfermedad de Lyme, pero luego se confirmó que sufría el virus del West Nile. Farina ya se encuentra fuera de peligro.
Tras varias pruebas y la evolución clínica que respondía de manera limitada a los antibióticos, un médico infectólogo de Verona focalizó la atención en posibles exposiciones durante las vacaciones de Soave. Fue entonces que, el 29 de septiembre, los análisis serológicos confirmaron la infección por borrelia burgdorferi, el agente causal de la enfermedad de Lyme.
Diagnóstico y tratamiento final
Con el diagnóstico confirmado, Soave inició un ciclo específico de antibióticos de 10 días que lograron controlar definitivamente la infección. Hoy, el alcalde se recupera y puede dar un respiro tras semanas de lucha física y emocional.
«He arriesgado mucho sin saberlo y debo mi salud a la profesionalidad y tenacidad de los médicos que no cesaron hasta encontrar la causa», aseguró Soave.
El alcalde destacó que esta experiencia le dejó tres enseñanzas fundamentales: la fragilidad de la vida, la importancia de preservar las capacidades asistenciales del hospital local y el verdadero valor de quienes apoyan en las dificultades.
La enfermedad de Lyme en Italia: un riesgo creciente
La enfermedad de Lyme es causada por la bacteria borrelia burgdorferi, transmitida principalmente a través de la mordedura de garrapatas infectadas. Esta patología puede afectar múltiples órganos y causar desde artritis hasta complicaciones neurológicas graves, si no es detectada y tratada a tiempo. En Italia, la incidencia está aumentando especialmente en zonas boscosas y áreas rurales como el Trentino y las regiones del norte.
La demora para un diagnóstico certero es común debido a la sintomatología inespecífica inicial —fiebre, fatiga, dolores articulares— que fácilmente se confunde con otras condiciones virales o infecciosas. La experiencia del alcalde Soave resalta la necesidad de estar alerta ante estos síntomas prolongados y la importancia de la colaboración entre especialistas, en particular infectólogos, para confirmar la enfermedad mediante pruebas serológicas específicas.
Un llamado a la vigilancia y a la salud pública
San Bonifacio y alrededores afrontan ahora un escenario donde la salud pública debe reforzar la prevención y la información sobre las enfermedades transmitidas por vectores como las garrapatas. El caso de Soave también evidenció la capacidad y el compromiso del hospital Fracastoro para manejar casos complejos, algo que el propio alcalde ha prometido defender con mayor firmeza.
Con la temporada de otoño, cuando las garrapatas suelen ser más activas, las autoridades sanitarias recomiendan usar ropa adecuada en zonas naturales, inspeccionar la piel tras actividades al aire libre y buscar atención médica inmediata si aparecen síntomas persistentes de fiebre, dolor y fatiga.
Para Soave, este episodio fue un golpe duro pero también un llamado a la acción. Su recuperación abre un respiro en la escena política local y un nuevo foco sobre un peligro silencioso que puede afectar a cualquiera en el territorio italiano.
