Firenzi– A pocos días del balotaje regional en Toscana marcado para el domingo 12 y lunes 13 de octubre, los tres principales candidatos presidenciales confrontaron sus proyectos y prioridades en un debate organizado en el Palazzo dei Congressi de Florencia. Se midieron Eugenio Giani (centrosinistra e presidente en ejercicio), Alessandro Tomasi (centroderecha) y Antonella Bundu (izquierda radical), exponiendo sus enfoques sobre problemas clave para la región: regulación turística, energía, industria, infraestructura, seguridad y sanidad.
Turismo y regulación de los alquileres breves
Uno de los temas centrales fue el auge y la regulación de los alquileres turísticos breves, que afectan a ciudades como Florencia y zonas rurales. Bundu demanda que la región delegue más autonomía regulatoria a las ciudades para frenar el dominio de grandes operadores que controlan múltiples apartamentos y precarizan la mano de obra turística, además de pedir transparencia y mejor destino de la tasa de alojamiento.
Giani defendió la ley regional aprobada tras un año de consultas y que establece 28 ámbitos turísticos específicos, otorgando poder a los municipios para gobernar las prácticas locales de alquiler. Sin embargo, denunció que el Gobierno nacional impugnó la ley, frenando su aplicación, aunque contó con el respaldo de actores turísticos destacados. Desde su visión, la regulación debe valorar contextos: mientras Florencia busca limitar, en zonas rurales el alquiler breve impulsa inversiones.
Tomasi, que participó en la previa a la ley como alcalde, criticó las modificaciones adoptadas de último minuto y sugirió que la norma tiene aspectos discutibles, especialmente sobre algunos abusos económicos de grandes grupos que desplazan a los hoteles tradicionales. Apoyó brindar más herramientas normativas directas a los alcaldes, pendiente de la resolución del recurso ante la Corte.
Energía renovable y sostenibilidad
El debate sobre energía renovable, con foco en proyectos polémicos como los de la Maremma, mostró fuertes discrepancias. Tomasi resaltó la urgencia de reducir el consumo energético para no caer en una carrera infinita hacia la producción, apoyó medidas para simplificar la instalación de fotovoltaico doméstico y expresó preocupación por especulaciones en grandes parques solares o eólicos.
Bundu defendió una transición valiente hacia las renovables y comunidades energéticas locales, abogando por un mejor uso de los fondos europeos del PNRR y la revisión del plan regional para nuevos espacios eólicos. Criticó la dependencia del fósil y la alta demanda energética del país.
Giani, con un mensaje pragmático, afirmó que hoy Toscana produce el 50% de su electricidad de forma autónoma y que su meta es alcanzar el 66%, aprovechando acuerdos vigentes para renovar centrales geotérmicas. Destacó las obras proyectadas para tres nuevas plantas, además de un innovador plan para instalar turbinas en el río Arno que suministrarán un 25% de la energía de Florencia.
Industria y economía regional
Respecto al plan para reactivar la industria toscana, Bundu lamentó la caída de empleo en sectores como la siderurgia de Piombino, que bajó de 12 000 a 1 850 trabajadores, y critica que las multinacionales no garantizan soluciones duraderas a la crisis. Pidió mayor intervención pública e inversión real.
Giani apuesta por una industria manufacturera eficiente complementada con infraestructura adecuada, citando proyectos viales como la variante de Gagno y acuerdos para renovar siderurgia. También destacó la importancia de fomentar startups para inyección de innovación.
Tomasi sostuvo que la falta de atención permanente a la industria ha profundizado su declive. Proclamó que la región debe facilitar y acompañar a las empresas sin ideologías, potenciar centros de investigación para transferencia tecnológica y simplificar trámites como la Ley de Residuos, clave para la competitividad.
No faltaron las chispas entre candidatos por planes específicos, como Bundu que acusó la inutilización del plan de reindustrialización pactado para Gkn, y Giani que resaltó la reciente atracción de inversiones de lujo, citando proyectos de Fendi en Bagno a Ripoli y Louis Vuitton en Pontassieve.
Infraestructura y transporte en el centro del debate
La Fipili, arteria clave de Toscana, fue blanco de críticas. Tomasi denunció falta total de mantenimiento y gestión por parte de las administraciones, abogando por proyectos claros y monitoreo transparente del dinero público, cuestionando la efectividad de los actuales “entes-carrozzoni”.
Bundu rechazó el enfoque puesto en el transporte por carretera e instó a potenciar el ferrocarril y la movilidad sostenible, con inversiones en producción local de vías y renovación ferroviaria, rechazando con énfasis posibles peajes que incentiven el uso del vehículo privado.
Giani propuso un modelo similar al de regiones vecinas para financiar obras mediante una sociedad regional (Toscana Strade Spa), que complemente los fondos nacionales y europeos. Ya piensa en usar un peaje para camiones como fuente estable para mejorar y ampliar la Fipili, admitiendo que será impopular pero necesaria.
Seguridad sin Cpr y sanidad con futuro
En seguridad, todos condenan los Centros permanentes para el retorno (Cpr), cuestionados como espacios de detención administrativa con condiciones casi carcelarias. Bundu fue tajante en llamar a estas estructuras “una forma legal de tortura” y rechazó vincular inmigración con inseguridad.
Giani apostó por reforzar la formación y equipamiento de las policías municipales, con proyectos concretos para cámaras de vigilancia, y aspira a crear una policía regional para coordinación y prevención. Tomasi, contrario a esta última idea, se pronunció por la riqualificación urbana como la mejor estrategia, recordando sus iniciativas como alcalde para desterrar delincuencia de zonas recreativas.
En sanidad, un tema decisivo en la región con un gasto de 8.1 mil millones de euros, Tomasi advirtió sobre múltiples “canales de desperdicio” y cuestionó la eficacia actual de las Asl, proponiendo mayor integración de farmacias y tercer sector para aliviar listas de espera. Bundu prometió inversión fuerte en lo público, reducción de listas en tres años e internalización de servicios con prioridad a los salarios del personal sanitario que bajan respecto a Europa.
Giani, con cifras a favor, resaltó que Toscana está en segundo lugar en calidad sanitaria a nivel nacional y cuenta con cinco hospitales entre los veinte mejores de Italia. Mantiene el enfoque en la reforma en la sanidad territorial como factor para cubrir las largas listas de espera, con 77 casas de comunidad como pilares de esa transformación.
Propuestas y llamados al voto
En sus llamados al voto, Bundu lanzó una consigna clara: “Votad Toscana roja”, declarada en rechazo a la “comando de la OTAN” y enfatizando el acceso universal a salud pública, defensa ambiental y trabajo digno. Giani mostró orgullo por las políticas de bienestar social y salud pública implementadas y la posibilidad de consolidar ese modelo. Tomasi, con un mensaje de fuerza y cambio, pidió que hasta el último día se mantenga la esperanza y se vote para “devolver sal a la democracia”, bajo una visión de alternancia política.
El debate cerró con un momento curioso y humano: a los candidatos se les preguntó qué película verían con sus adversarios. Giani eligió “La vita è bella” de Benigni para reflexionar sobre libertad y tragedias; Tomasi prefirió una película de Francesco Nuti y descartó llevar políticos; Bundu propuso un filme de Ken Loach sobre las difíciles condiciones laborales en la logística para mostrar que en trabajo ambos bloques políticos se parecen demasiado.
Este debate expone la complejidad del panorama político y social en Toscana, donde la próxima dirección regional definirá hacia dónde irá una región con gran peso económico, cultural y político en Italia, enfrentando desafíos que tocan desde la vida cotidiana hasta la sostenibilidad y la economía del futuro.
