La Global Sumud Flotilla, compuesta por unas 50 embarcaciones con ayuda humanitaria destinada a Gaza, rechazó el llamado del presidente italiano Sergio Mattarella para aceptar una propuesta de mediación que implicaría entregar la carga en Chipre y no intentar romper el bloqueo naval israelí directamente.
A pesar de la presión creciente del gobierno italiano, la Iglesia y la comunidad internacional, la flotilla mantiene su decisión de continuar hacia Gaza, argumentando que aceptar la entrega en Chipre equivale a reconocer de facto el bloqueo impuesto por Israel. La portavoz italiana de la delegación, Maria Elena Delia, regresó a Italia para dialogar con las instituciones sobre la seguridad de la tripulación y los términos de la misión.
Presión política para evitar enfrentamientos
El gobierno italiano lanzó un llamado urgente para encontrar una solución que evite confrontaciones violentas. El presidente Mattarella apeló directamente a los activistas para que acepten la ayuda ofrecida por el Patriarcado Latino de Jerusalén, institución que se ofreció para recibir la ayuda en Chipre, trasladarla al puerto israelí de Ashdod y desde allí asegurar el paso hacia Gaza por vías humanitarias autorizadas.
El mandatario subrayó la gravedad de la situación en Gaza, donde la población vive bajo “deshumanizantes condiciones” y subrayó la necesidad de evitar “poner en riesgo la integridad física de las personas”. Mattarella insistió en que la entrega de ayuda debería priorizar la seguridad.
El gobierno italiano está especialmente preocupado tras los recientes incidentes ocurridos en la noche entre martes y miércoles, cuando drones israelíes lanzaron granadas aturdidoras cerca de la flotilla, acompañados por un “warning” explícito de las autoridades de Tel Aviv que advirtieron que no se permitiría la violación del bloqueo naval legítimo impuesto sobre Gaza.
El ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani, ha sido claro: “El no puede transformarse en sí porque está en juego la protección de vidas humanas y evitar una escalada.” En paralelo, desde la oposición, figuras como Peppe Provenzano (Partido Democrático) y el líder del Movimiento 5 Estrellas, Giuseppe Conte, también han pedido a la flotilla reconsiderar su postura y aceptar los corredores humanitarios sugeridos para minimizar riesgos.
Meloni insiste en evitar confrontación naval
La primera ministra Giorgia Meloni respaldó el llamado del presidente y agradeció a la oposición que se haya sumado al pedido para que la flotilla evalúe las propuestas alternativas. Meloni fue rotunda en afirmar que no corresponde respaldar medidas que busquen forzar el bloqueo, porque esto podría poner en riesgo a las personas implicadas y provocar un conflicto mayor.
Al mismo tiempo, recordó que la marina italiana acompaña la flotilla con la fragata Alpino y una embarcación española, pero aclaró que la protección solo está garantizada en aguas internacionales. Fuera de este espacio, según el ministro de Defensa, Guido Crosetto, no pueden asegurar la seguridad de las embarcaciones humanitarias.
La flotilla mantiene objetivo pero el clima es tenso
Las embarcaciones permanecen detenidas cerca de la isla griega de Koufonissi, a más de 500 millas de Gaza, con una travesía estimada de 5 a 8 días si la navegación continúa. Aunque la flotilla comunicó en la mañana que estaba lista para retomar la última etapa hacia Gaza, al cierre del día permanecieron ancladas debido al mal tiempo y tensiones internas entre los activistas.
El grupo busca proyectar una imagen cohesionada, pero existen divisiones: unos sectores exigen avanzar sin concesiones rumbo a Gaza, mientras que otros ven viable explorar vías negociadas para evitar confrontaciones. La misión tiene un doble propósito humanitario y político: entregar ayuda a civiles hambrientos y también desafiar el bloqueo naval israelí que consideran ilegal.
Ante la proximidad del posible enfrentamiento con las fuerzas de defensa israelíes (IDF), la posibilidad de un choque directo genera preocupación en Italia y la comunidad internacional.
Escenario internacional y próximos pasos
Las negociaciones bajo cuerda continúan no solo en Italia, sino también en varios países mediterráneos involucrados en el conflicto. El objetivo común es evitar incidentes violentos que puedan escalar la tensión en una zona ya extremadamente volátil. La mediación del Patriarcado Latino, respaldada por sectores políticos italianos, se posiciona como única opción viable para evitar un conflicto armado y garantizar la entrega efectiva de los suministros.
En los próximos días se esperan nuevas conversaciones y decisiones clave. La postura italiana es cuidar la integridad de sus ciudadanos a bordo, neutralizar riesgos y preservar el derecho internacional, pero también respetar la voluntad y objetivos de la flotilla. El delicado equilibrio entre la acción humanitaria y la presión política continúa siendo el núcleo del desafío en esta crisis marítima.
