Una noche que debía ser una celebración se tornó en tragedia en la sagra del vino y la uva en Capena, municipio cercano a Roma. Un hombre de 65 años, conocido giostraio de la localidad, permanece en coma tras ser víctima de una agresión violenta que superó lo que en un principio parecía una simple riña.
Brutal ataque a un histórico giostraio durante la fiesta local
El hombre, que llevaba más de 40 años viviendo y trabajando en Capena, operaba su atracción de feria, denominadas seggiolini volanti, cuando un grupo de jóvenes comenzó a utilizar sin pagar el dispositivo. Según relataron sus hijos a RomaToday, el padre les pidió que pagaran o descendieran de la atracción, lo que generó una rápida escalada en la tensión.
La situación pasó de un reclamo verbal a un ataque físico. El giostraio fue sorprendido por la espalda, derribado y golpeado violentamente con patadas y puñetazos. La peor parte fue cuando le golpearon repetidamente la cabeza, causándole sangrado y una grave fractura craneal. Los médicos del Hospital Sant’Andrea indicaron que las lesiones obligaron a mantenerlo en pronóstico reservado, peleando entre la vida y la muerte.
Intervención de la familia y la escalada de violencia
La esposa del hombre, de 63 años, intentó intervenir para frenar la agresión, pero fue agredida de igual manera. Una joven del grupo la sujetó violentamente del cuello. Por su parte, uno de los hijos también intentó ayudar, pero resultó herido y tuvo que ser dado de alta con 5 días de reposo médico.
Un testigo implicado, otro giostraio presente en el evento, intentó mediar pero también fue amenazado por el grupo agresor, evidenciando la tensión y el nivel de violencia desatada aquella noche.
Los familiares, que permanecen junto al hombre internado, describen la escena como un ataque a sangre fría, no una pelea común. La familia llamó a los socorristas y a las autoridades, y desde entonces exige justicia y apoyo de la comunidad.
Denuncian agresión y piden testigos
Los hijos del agredido compartieron que su padre es una figura respetada en Capena, con más de cuatro décadas de trabajo como operador de feria. “Nos hemos sentido apoyados por los vecinos, la gente de Capena nos ha mostrado solidaridad tras este ataque”, dijeron, pero resaltaron la necesidad de testimonios o grabaciones de la agresión para esclarecer los hechos.
Según informaron las autoridades, luego del episodio fueron denunciadas nueve personas por concurso en riña agravada. La investigación está en curso y los carabinieri de la estación local, coordinados con la compañía de Monterotondo, han intensificado las pesquisas para determinar responsabilidades y esclarecer qué desencadenó el ataque.
Una comunidad conmocionada y un objetivo claro: justicia
Capena, municipio que suele ser tranquilo y donde la sagra del vino representa un momento festivo anual que reúne a la población local, quedó impactado por esta crudeza. Un evento centrado en la tradición y disfrute popular se vio empañado por una violencia que pone en tela de juicio la seguridad y el respeto en espacios públicos.
Este ataque pone el foco en las disputas en las ferias populares que, aunque suelen ser episodios aislados, pueden desatar consecuencias trágicas. En este caso, la víctima central es un hombre de 65 años, trabajador histórico, que ahora depende de cuidados intensivos mientras los familiares buscan respuestas rápidas y justicia.
Las autoridades han pedido colaboración ciudadana y revisan videos de cámaras de seguridad o teléfonos móviles que pudieran tener grabaciones clave. De confirmarse la acusación, se enfrenta un proceso por violencia grave que podría derivar en penas severas para los implicados.
La familia permanece vigilante en el hospital Sant’Andrea, donde el pronóstico sigue siendo reservado. No solo el hombre permanece delicado sino que la esposa y uno de los hijos también se recuperan de heridas originadas en la agresión.
Contexto y repercusiones
En las ferias italianas, donde la convivencia de público diverso, juegos y alcohol genera un ambiente de alta energía, la ley endurece las sanciones contra actos violentos para prevenir tragedias. Casos como este subrayan la necesidad de mecanismos de control y vigilancia más estrictos, así como campañas de concientización para evitar que enfrentamientos se conviertan en agresiones letales.
El incidente también genera debate público en Capena y regiones cercanas sobre la seguridad en eventos masivos y la tolerancia social frente a actos de violencia espontánea, evidenciando la urgencia de reforzar protocolos y presencia policial en estos espacios.
Por ahora, la prioridad es la salud del hombre agredido, cuya familia se ha convertido en voz oficial de la denuncia y pide que no haya impunidad. El proceso judicial intenta encontrar a los responsables y aclarar los acontecimientos que derivaron en el estado crítico del giostraio.
