Italia selló su pase a las semifinales del Mundial masculino de voleibol con una victoria contundente sobre Bélgica por 3-0 en Manila. El partido, correspondiente a los cuartos de final, mostró un sólido dominio de los italianos impulsados por una actuación destacada del central Roberto Russo, máximo anotador con 12 puntos, y el talento ofensivo de Davide Michieletto que aportó 11, junto a los 10 puntos de Bottolo.
Dominio total de Italia desde el arranque
El equipo italiano salió dispuesto a borrar la derrota sufrida en la fase de grupos contra Bélgica y lo consiguió con un despliegue colectivo superior que se tradujo en 26 errores forzados del adversario frente a solo 10 por parte de los azzurri y ocho saques directos (aces), muy por encima de la defensa rival. Desde el primer set, Italia impuso su ritmo con un marcador de 25-13, ampliamente gracias a la solidez en bloqueo de Russo y la capacidad de generar puntos rápidos en los contraataques.
En la segunda manga, la ventaja se amplió a 25-18 con momentos clave como el ataque de primer tiempo de Gargiulo y las diagonales precisas de Bottolo y Romanò. La defensa italiana mantuvo la presión, mientras el equipo belga cometía errores importantes que la escuadra de Giannelli supo aprovechar con saques bien colocados, incluyendo aces decisivos de Michieletto. La actuación del armador italiano fue fundamental, destacándose por recuperaciones clave que mantuvieron la ofensiva viva y desorientaron al adversario.
Tercer set sentenció el partido con contundencia
Con la confianza en alza, Italia continuó dominando en el tercer set que cerró con un marcador parcial de 25-16. Jugadas destacadas como un muro a tres finalizado magistralmente por Russo y ataques colectivos coordinados antes del ataque de Bottolo se convirtieron en la fórmula para liquidar al equipo belga, que pese a la resistencia mostró agotamiento físico y mental. En los momentos decisivos, la precisión del saque y la rápida transición de ataque italiano fueron abrumadoras.
El técnico desde la banca, Emanuele Zanini, expreparador de Italia y actual director técnico de Bélgica, no pudo evitar la derrota de su equipo, que tuvo como antecedente una victoria sorpresiva en fase de grupos contra los italianos por 3-2, recordando la paridad deportiva entre ambos conjuntos. Sin embargo, el equipo dirigido ahora por Zanini no logró repetir el nivel en este encuentro clave de eliminación directa.
Próximos retos: Italia espera rival entre Polonia y Turquía
Con este resultado, Italia se asegura un lugar en las semifinales del Mundial que se disputarán este sábado 27 de septiembre en Manila. El próximo adversario será el ganador del duelo entre Polonia y Turquía, equipos que también presentan un alto nivel competitivo en el torneo. El conjunto italiano confía en su plantilla titular conformada por Giannelli como armador, Romanò como opuesto, Michieletto y Bottolo en la posición de atacantes y Russo junto a Gargiulo en el centro, con Balaso como líbero.
Esta victoria es especialmente significativa porque sucede después de una serie de desafíos complicados para Italia, incluyendo un partido decisivo contra Argentina para avanzar a esta ronda y la derrota inicial contra Bélgica. El equipo dirigido por el cuerpo técnico está mostrando madurez y fortaleza en momentos decisivos, apostando por un voleibol de alta intensidad y concentración que puede llevarlos a pelear por el título final.
El contexto del Mundial y la expectativa en Italia
Este Mundial masculino de voleibol tiene lugar en Manila, Filipinas, y reúne a las mejores selecciones mundiales con el nivel más alto desde la fase de grupos hasta la etapa de eliminación directa. Italia, con un legado importante en voleibol internacional, busca recuperar la gloria perdida en las últimas ediciones y consolidarse como uno de los favoritos para llevarse el trofeo. El encuentro contra Bélgica ha servido para demostrar que la joven plantilla italiana puede sostener la presión en partidos clave y ejecutar a la perfección una estrategia colectiva.
Tras eliminar a Francia, campeón olímpico, y superar obstáculos como Ucrania y Argentina, Italia aparece como un candidato serio para llegar a la final. La semifinal contra Polonia o Turquía será una prueba de fuego para medir sus aspiraciones reales en este torneo.
Así, en un Mundial que combina experiencia y juventud en la selección italiana, el partido ante Bélgica será recordado por la disciplina táctica y la respuesta física y mental en momentos decisivos, con jugadores como Russo y Michieletto al frente, arropados por un conjunto que sabe jugar con inteligencia y sacrificio.
