El ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, anunció este miércoles el refuerzo de la protección naval para las embarcaciones italianas que participan en la Global Sumud Flotilla, la misión humanitaria que busca llevar ayuda a la Franja de Gaza. En una sesión urgente en la Cámara de Diputados, y posteriormente en el Senado, Crosetto confirmó que, además de la fragata Frasan, Italia enviará otro buque, el Alpino, para prestar auxilio y protección a sus ciudadanos. Sin embargo, el ministro reiteró que la seguridad de las embarcaciones no puede garantizarse una vez que entren en aguas territoriales israelíes.
Incidentes recientes y tensión en la zona de Creta
Las 11 embarcaciones que integran la flotilla fueron objeto de ataques que incluyen el uso de drones, bombas sonoras y sprays urticantes a una distancia aproximada al sur de la isla de Creta. Estos ataques, aún sin responsables confirmados, fueron denunciados por las autoridades y calificadas como “totalmente inaceptables” tanto por Crosetto como por la primera ministra Giorgia Meloni. Según el ministro, la escalada de tensión deriva en buena medida de la percepción israelí de la misión como un gesto hostil.
Por este motivo, Crosetto fue claro en señalar que Italia no tiene intención de convertir esta misión en un acto de confrontación militar con un aliado como Israel y que la operación queda limitada a la protección de los ciudadanos italianos involucrados. “No es nuestra voluntad mover las fuerzas armadas para hacer la guerra a un país amigo”, aseveró.
Contexto diplomático y opciones para entregar ayuda
En su comparecencia frente al Senado, Crosetto hizo un llamado a la prudencia política y social. Subrayó la necesidad de evitar el agravamiento del clima político, advirtiendo que la situación puede escapar al control de Italia y los demás países participantes una vez que las embarcaciones crucen hacia aguas israelíes.
Por esta razón, el gobierno italiano impulsa alternativas para canalizar la ayuda a través de Chipre, utilizando la intermediación de la Iglesia, para que los suministros lleguen a Gaza sin que la flotilla entre en la zona marítima disputada. En paralelo, el ministro confirmó una “acción diplomática incesante” liderada por la primera ministra Meloni y el ministro de Asuntos Exteriores, Giuseppe Tajani, con el objetivo de evitar un incidente internacional mayor.
Críticas y reflexiones internas sobre la misión
Pese a respaldar la labor humanitaria, Crosetto manifestó dudas sobre la decisión de exponer a ciudadanos italianos a riesgos evidentes. Preguntó “¿era realmente necesario poner en peligro vidas italianas para llevar ayuda a Gaza?”, apuntando que el gobierno ya realiza esfuerzos significativos para asistir a la población de la Franja, con capacidad para movilizar recursos en pocas horas.
No obstante, defendió la operación naval como un acto de responsabilidad nacional y compromiso con sus ciudadanos en el exterior, evitando que se interprete como una provocación bélica.
Italia y el conflicto israelo-palestino: diferencias claras con Netanyahu
El ministro aprovechó la tribuna del Senado para despejar cualquier acusación de corresponsabilidad del gobierno italiano en la violencia contra la población palestina. Rechazó de plano atribuir esa responsabilidad a Roma, recordando que el Ejecutivo ha adoptado posturas claras y contundentes contra la política del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
Sin embargo, recalcó la limitación del poder italiano para influir directamente en la política israelí, señalando que ningún país extranjero ha logrado modificar sustancialmente la actuación del gobierno de Netanyahu. “La política es el arte del realismo, no del velleitarismo”, dijo, a la vez que destacó que la nave Vulcano fue la primera en entregar ayuda occidental en la Franja.
Riesgos crecientes a medida que la flotilla se acerque a Israel
Como punto crítico, Crosetto advirtió que una vez que las embarcaciones crucen de aguas internacionales a las israelíes, la capacidad de garantizar su seguridad se diluye por completo. Israel considera la flotilla una amenaza directa y no un convoy humanitario, lo que aumenta la probabilidad de enfrentamientos o acciones coercitivas.
En consecuencia, el gobierno italiano enfatiza que la misión se limita a proteger a sus ciudadanos sin confrontar a Israel y trabaja a contrarreloj para evitar una escalada que pueda derivar en consecuencias diplomáticas y humanitarias más graves.
Impacto político en Italia y llamado a la calma
Finalmente, Crosetto insistió ante el Parlamento en la necesidad de reducir la tensión en el debate público nacional, advirtiendo que las acusaciones infundadas o la instrumentación política de la situación solo perjudican la gestión estatal y afectan la estabilidad interna. El ministro pidió un compromiso colectivo para manejar con responsabilidad el discurso público, mientras continúa el delicado operativo diplomático y humanitario en el Mediterráneo oriental.
En resumen, el gobierno italiano sostiene su respaldo a la población palestina, mantiene la ayuda en marcha y refuerza la protección de sus ciudadanos en la flotilla. Pero deja claro que no intervendrá militarmente ni eclipsará su alianza con Israel, mientras la situación en la región sigue siendo volátil e impredecible.
