La Global Sumud Flotilla, misión humanitaria con 51 barcos con ayuda para Gaza, fue atacada esta madrugada por drones y bombas de gas urticante en aguas internacionales frente a la isla griega de Creta, según confirmaron los organizadores y la Farnesina. Al menos cinco embarcaciones resultaron dañadas en el ataque, que se prolongó durante varias horas y buscó obstaculizar la navegación con daños físicos y bloqueos de comunicación.
Intervención militar en alta mar y daños a embarcaciones
Los ataques comenzaron alrededor de la medianoche, cuando al menos 15 drones no identificados sobrevolaron las embarcaciones de la flotilla a baja altura, particularmente el barco llamado Alma, uno de los principales de la misión. Activistas a bordo informaron explosiones frecuentes y el uso de bombas sónicas junto a gas irritante con efectos inmediatos en la tripulación.
Maria Elena Delia, coordinadora italiana de la misión, confirmó en redes sociales que la embarcación Zefiro sufrió daños significativos: un soporte del mástil fue destruido, comprometiendo la integridad de las velas. También la Morgana, en la que viajan representantes italianos, presentó daños en su vela mayor, la randa, sin que se reportaran heridos.
Según la periodista Barbara Schiavulli, quien cubre la misión, los ataques se sucedieron con intervalos de veinte minutos y buscaron afectar directamente la capacidad de navegación de la flotilla. Francesca Albanese, relatora especial de la ONU sobre los territorios palestinos ocupados, denunció siete ataques en breve periodo e incidió en la gravedad de las tácticas usadas: bombas sónicas, ráfagas con sustancias químicas y bloqueo de comunicaciones con interferencias intencionales.
Respuesta de Italia y llamado a Israel para respetar el derecho internacional
El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, en misión en Nueva York para la Asamblea General de la ONU, fue informado inmediatamente del ataque y exigió al gobierno israelí respetar el derecho internacional y garantizar la seguridad de los ciudadanos italianos, parlamentarios y eurodiputados a bordo. La Farnesina había anticipado la situación alertando a Israel para evitar que cualquier operación ponga en riesgo a la tripulación.
“He pedido a la embajada en Tel Aviv que renueve el pedido al gobierno israelí para garantizar la tutela absoluta del personal embarcado”, dijo Tajani durante sus contactos diplomáticos.
El ataque fue calificado por la organización humana de la flotilla como “de gravedad sin precedentes” y actos ilegales en aguas internacionales. Los activistas aseguraron que, pese a las agresiones, seguirán su misión para romper el bloqueo israelí a Gaza y llevar ayuda a las poblaciones sitiada bajo condiciones extremas.
Contexto y reacciones internacionales
La flotilla, que ya sufrió episodios similares en la costa de Túnez hace semanas, denuncia una escalada en las tácticas israelíes destinadas a impedir que la ayuda llegue a Gaza desde el mar. Israel ratificó una vez más que no permitirá que las naves lleguen directamente a ese territorio, invitando a descargar la ayuda en el puerto de Ashkelon para luego trasladarla, controladamente, a Gaza.
Desde la ONU y actores internacionales, como Francesca Albanese, se subraya la necesidad de protección urgente para los activistas y de evitar que estas acciones eleven la tensión y pongan en riesgo vidas. Los activistas sostienen que su determinación persiste y que no se detendrán ante ataques que consideran parte de una operación psicológica para intimidarles.
La misión Global Sumud tiene gran visibilidad en Europa y en Italia, donde varios diputados y eurodiputados viajan a bordo. Su itinerario incluye llevar alimentos, medicinas y otros insumos vitales para más de dos millones de personas en Gaza sometidas a un estricto bloqueo desde hace años.
Impactos inmediatos y próximos pasos
Con daños ya confirmados en al menos dos embarcaciones importantes de la flotilla, el riesgo de impedir la continuación del viaje aumenta. Las organizaciones involucradas hacen un llamado urgente a la comunidad internacional para exigir respeto al derecho marítimo y protección de la misión humanitaria, que navega en aguas internacionales y no en territorios enemigos.
La Farnesina continúa monitoreando la situación, mantiene contacto con los barcos y sigue ejerciendo presión diplomática para evitar escaladas y garantizar la seguridad de los italianos y otros civiles en la flotilla. El ataque evidencia las tensiones extremas entorno al bloqueo de Gaza y la dificultad de llevar ayuda en un contexto de conflicto prolongado y crecientes riesgos en el Mediterráneo oriental.
Queda por ver si Israel mantiene su oferta logística para recibir la ayuda en Ashkelon o si se endurecen las medidas para impedir la llegada directa a día de hoy. Por ahora, la flotilla se mantiene firme en su objetivo y preparada para confrontar nuevos intentos de sabotaje.
