El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu anunció oficialmente su aceptación del plan de paz presentado por el presidente estadounidense Donald Trump para poner fin a la guerra en la Franja de Gaza. La propuesta, hecha pública por la Casa Blanca y compuesta por 20 puntos, apunta a un alto al fuego basado en la liberación de todos los ostagos en las próximas 72 horas y al desarme total del grupo militante Hamas.
Detalles claves del plan de paz de Trump
El plan establece que los rehenes israelíes en manos de Hamas serán liberados en un plazo máximo de tres días, vivos o muertos, a cambio de que Israel libere a 250 prisioneros palestinos. Además, Gaza será gobernada temporalmente por un comité apolítico y tecnocrático palestino, supervisado por un organismo internacional denominado Board of Peace, presidido por el mismo Trump y con la inclusión del ex primer ministro británico Tony Blair, figura clave en la supervisión de esta transición.
Se prevé un retiro gradual de las fuerzas militares israelíes (IDF) después del desarme completo de Hamas, y la reconstrucción y desradicalización de la Franja bajo esta administración civil interina. Netanyahu recalcó que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) no tendrá participación en el control de Gaza a menos que haya una “transformación genuina y radical” del organismo.
Trump ratificó que, si Hamas acepta el plan, la liberación inmediata de los ostagos se llevará a cabo. En caso contrario, Israel contará con el pleno apoyo de Estados Unidos para “terminar el trabajo” e imponer un control militar absoluto, una amenaza que el presidente repitió en varias ocasiones durante la conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca.
Reacciones internacionales mixtas y críticas a la iniciativa
La iniciativa fue recibida con apoyo oficial de varios países y líderes internacionales. El presidente francés Emmanuel Macron expresó en su cuenta en X (antes Twitter) que acoge con beneplácito el compromiso de Trump para acabar con la guerra y reiteró la urgencia de que Hamas libere todos los ostagos inmediatamente, dejando abierta la puerta para negociaciones más profundas basadas en la solución de dos Estados.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Qatar emitieron una declaración conjunta acogiendo favorablemente el plan de Trump, destacando la importancia del involucramiento regional y la búsqueda de un acuerdo duradero.
El primer ministro pakistaní, Shehbaz Sharif, también elogió la propuesta, señalándola como un paso crucial hacia la estabilidad en Medio Oriente y haciendo hincapié en la necesidad de implementar la solución de dos Estados para una paz permanente.
Por su parte, el gobierno italiano, desde Palazzo Chigi, expresó un claro respaldo al plan. La primera ministra Giorgia Meloni reafirmó el compromiso italiano con todos los esfuerzos para detener la violencia, liberar a los ostagos y atender la crisis humanitaria que sufren los civiles en Gaza. Italia también se dijo lista para colaborar estrechamente con Estados Unidos y socios regionales en la reconstrucción y estabilización de la región.
El papel de Qatar fue fundamental en el proceso. Mohamed bin Abdulrahman al-Thani, primer ministro y líder qatarí, mantuvo contacto telefónico tanto con Trump como con Netanyahu. Este último ofreció disculpas formales por un ataque israelí en Doha que causó la muerte de una guardia de seguridad qatarí y afectó a una delegación de Hamas. Qatar manifestó su disposición a continuar mediando para lograr la paz y facilitó la entrega oficial del plan a Hamas a través de intermediarios egipcios y qataríes.
Fuertes críticas de Hamas y grupos aliados
Hamas, sin embargo, rechazó la iniciativa. Mahmoud Mardawi, representante del grupo para Al Jazeera, afirmó que no fueron consultados ni informados antes del anuncio oficial y calificó el plan de excesivamente cercano a la visión israelí, negándose a aceptar cualquier propuesta que no contemple la autodeterminación palestina.
Un alto funcionario de Hamas, Taher al-Nunu, declaró a Reuters que la población palestina no aceptará una “tutela extranjera” y que las armas de la resistencia solo desaparecerán si finaliza la ocupación y se establece un Estado palestino. Aceptarían una tregua a largo plazo, pero evaluarán el plan en función de los intereses legítimos de su pueblo.
La Jihad Islámica Palestina, otro grupo combatiente en Gaza, denunció el plan como “una receta para la agresión continua” contra los palestinos, acusando a Israel y Estados Unidos de intentar imponer por medios diplomáticos lo que no lograron con la guerra.
Obstáculos y tensiones dentro de Israel y la comunidad internacional
Fuentes cercanas a Netanyahu informaron a la cadena israelí Channel 12 que, tras diálogos con el equipo de Trump, se hicieron cambios significativos para hacer el plan “más realista” y aceptable para Israel. Entre los problemas se destacó que Hamas probablemente no se desarmará ni liberará a todos los ostagos sin garantías absolutas de que la guerra habrá terminado. También persiste la desconfianza mutua. Esto refleja la compleja realidad de los contactos que buscan detener meses de violencia agotadora.
Dentro de Israel, el ministro de ultraderecha Itamar Ben Gvir criticó duramente al Emirato de Qatar, calificándolo de patrocinador del terrorismo luego de las disculpas de Netanyahu por el ataque en Doha, mostrando la división interna en la coalición de gobierno sobre la estrategia hacia Gaza y los actores regionales.
Simultáneamente, manifestantes israelíes y familiares de ostagos se concentraron frente a la embajada de Estados Unidos en Tel Aviv, exigiendo que Trump haga presión sobre Netanyahu para aceptar plenamente el plan y acelerar la liberación de los rehenes.
Situación humanitaria sigue deteriorándose mientras crecen las esperanzas
A pesar del acercamiento diplomático, la violencia y la crisis humanitaria persisten. Fuentes médicas en Gaza confirmaron que al menos 83 palestinos murieron en ataques israelíes en las últimas 24 horas, entre ellos 50 reportados ayer, elevando el total de fallecidos a más de 66.000 desde octubre.
Según el ejército israelí, cerca de 800.000 palestinos han abandonado Gaza City por la ofensiva israelí, lo que deja a la población concentrada en menos del 14% del territorio de la Franja, evidenciando una crisis humanitaria sin precedentes.
Mientras tanto, la ONU advirtió sobre el colapso del sistema sanitario y la falta de ayuda humanitaria bajo las órdenes de evacuación y la intensificación del control militar israelí. La presión internacional para una tregua se mantiene alta.
Próximos pasos y posibles escenarios
El avance del plan depende ahora en buena medida de la respuesta de Hamas, que hasta ahora no ha comenzado negociaciones sobre la iniciativa, manejándola solo a partir de filtraciones y declaraciones de terceros. Qatar y Egipto siguen siendo los principales canales para convencer a Hamas de aceptar un acuerdo que incluya el desarme.
Por su parte, Trump ha expresado optimismo, reiterando la disposición de Estados Unidos para presidir el Board of Peace y supervisar la reconstrucción de Gaza, sumando peso político al plan. Tony Blair recibió elogios por parte de Trump y ministros internacionales, aunque Hamas rechazó su papel vehementemente.
El futuro político de Gaza queda además condicionado por la exclusión del ANP y de Hamas del control de la administración civil, una fórmula que ha generado escepticismo y oposición desde varios actores palestinos y regionales.
Israel y Estados Unidos también anunciaron la creación de un mecanismo trilateral con Qatar para mejorar la coordinación, resolver disputas y prevenir futuras amenazas, una iniciativa orientada a estabilizar en el corto plazo la región y facilitar la transición política en Gaza.
En definitiva, Netanyahu se encuentra en un momento de tensión interna y externa, atrapado entre sus aliados nacionalistas que presionan por la anexión y una presión diplomática externa que busca una cesación de fuego rápida y una transición hacia la paz bajo los términos del plan Trump. La respuesta de Hamas marcará el rumbo inmediato del conflicto y la supervivencia del plan en las próximas semanas.
