OpenAI, el creador de ChatGPT, ha cerrado un acuerdo multimillonario con AMD para adquirir hasta 6 gigavatios de capacidad computacional destinada a inteligencia artificial. La negociación, reportada por The Wall Street Journal, marca un paso significativo para romper el monopolio virtual de Nvidia en el mercado de chips para IA.
Detalles clave del pacto entre OpenAI y AMD
El acuerdo se basa en los próximos procesadores MI450 de AMD, cuyo lanzamiento está previsto para el año que viene, y contempla compras directas por parte de OpenAI o a través de socios en la nube. Lisa Su, CEO de AMD, confirmó que esta asociación generará «cientos de miles de millones de dólares» en ingresos para la compañía en los próximos cinco años, aunque el coste total de la potencia contratada no se hizo público.
Según las estimaciones de AMD, cada gigavatio de potencia de cálculo –una unidad usada para medir la capacidad computacional en centros de datos– implica inversiones de decenas de miles de millones de euros. Por lo tanto, este pacto representa un flujo billonario de dinero destinado al desarrollo de infraestructura para IA a gran escala.
Además, OpenAI obtiene el derecho a comprar hasta 160 millones de acciones de AMD, aproximadamente el 10% del capital social, a un precio simbólico de un centavo por acción. Este derecho se activa por etapas, condicionado a cumplir ciertos hitos de implementación tecnológica y está sujeto al aumento del valor bursátil de AMD.
Un movimiento estratégico en el mercado de chips para IA
Esta alianza pone a OpenAI en el centro de un juego cada vez más peleado entre gigantes del sector tecnológico estadounidense. Hasta ahora, el dominio de la potencia computacional para inteligencia artificial ha estado mayormente en manos de Nvidia, cuyo CEO Jensen Huang recientemente anunció un compromiso para invertir hasta 100 mil millones de dólares en OpenAI, además de facilitar la construcción de infraestructuras que permitan desplegar al menos 10 gigavatios para sus futuros centros de datos.
Esta relación, aunque se presenta como una colaboración industrial más que una inversión tradicional, implica que el principal proveedor de hardware de OpenAI también es uno de sus financistas. Nvidia sigue siendo fundamental, suministrando buena parte del hardware que OpenAI utiliza. Sin embargo, el acuerdo con AMD busca diversificar proveedores y reducir la dependencia del actual líder en chips para IA.
Contexto y riesgos de un mercado en efervescencia
El movimiento de OpenAI no debe verse solo como un simple contrato comercial, sino dentro de una estrategia mayor que refleja el dinamismo y la competitividad creciente en el sector de la IA. Sam Altman, CEO de OpenAI, ha mostrado un estilo pragmático y agresivo, asociándose no solo con AMD y Nvidia, sino también con otros gigantes tecnológicos como Oracle.
Sin embargo, la complejidad financiera y la serie de inversiones cruzadas generan inquietudes entre algunos expertos. Subrayan que hay riesgo de que los números sean inflados por un sistema de “inversiones circulares” donde las compañías se financian entre sí mientras compran hardware y acciones, creando una apariencia de crecimiento y rentabilidad difícil de sostener a largo plazo.
Este fenómeno podría afectar la sostenibilidad financiera de la industria de la inteligencia artificial. Por ejemplo, parte del capital invertido por Nvidia se dirige indirectamente a financiar su principal cliente, OpenAI, que a su vez incrementa su demanda de productos Nvidia, en una cadena donde los ingresos y los gastos confluyen en las mismas compañías.
Los analistas financieros observan con atención estos patrones para detectar posibles burbujas o desequilibrios que puedan impactar la capacidad real de generación de valor del mercado.
Implicaciones para la tecnología y la economía italiana y europea
Aunque el acuerdo es 100% entre compañías norteamericanas, el impacto afecta también a Europa e Italia. Las inversiones multimillonarias en infraestructura computacional de gran escala marcan la pauta para la evolución tecnológica global, donde la capacidad de procesamiento define la competitividad y el liderazgo en IA.
Italia, con su ecosistema tecnológico emergente, tendrá que observar de cerca este tipo de movimientos para planificar sus estrategias nacionales en innovación y atraer inversiones o colaboraciones internacionales.
Además, el dominio de empresas estadounidenses en hardware y software de IA destaca la necesidad para Europa de fortalecer cadenas de suministro propias y fomentar centros de I+D que puedan competir en este segmento definitivo.
La transición tecnológica también implica debates sobre sostenibilidad. La infraestructura para IA consume enormes cantidades de energía, por lo que garantizar que las inversiones no solo aumenten la capacidad computacional sino que sean eficientes y sostenibles será clave para evitar impactos ambientales negativos.
La batalla por la supremacía en la inteligencia artificial sigue abierta
OpenAI continúa amplificando su presencia a través de millones de dólares en acuerdos que refuerzan su infraestructura digital y su capacidad para evolucionar modelos de lenguaje y aprendizaje automático. La alianza con AMD es la señal más reciente de este proceso.
Más allá del valor económico, todos los movimientos marcan una disputa abierta entre proveedores de hardware, clientes y gigantes tecnológicos que compiten por dominar el ecosistema de la inteligencia artificial, un mercado que promete revolucionar industrias enteras en esta década.
