El Kremlin lanzó hoy una dura advertencia tras los reportes sobre la posible entrega de misiles de largo alcance Tomahawk por parte de Estados Unidos a Ucrania. El presidente Vladimir Putin definió la situación actual como una nueva fase de “escalada” y sostuvo que “todos los países de la OTAN están en guerra con Rusia, y no lo ocultan”.
En declaraciones citadas por la agencia rusa Rbc y Ria Novosti, Putin subrayó que los instructores de la Alianza Atlántica “no solo entrenan a las fuerzas ucranianas sino que también ejecutan decisiones militares”. En este contexto, advirtió que la respuesta rusa a la militarización europea será “convincente”, y lanzó un mensaje claro: “No puede haber seguridad para nadie si esta se construye a costa de la seguridad de otro país”.
Zelensky desmiente narrativas de Kremlin y condiciona armas a decisiones políticas
La reacción desde Kiev fue directa. El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky aseguró que desmintió la narrativa de Putin sobre un supuesto avance ruso imparable tras su reunión con Donald Trump durante la presidencia de este último. Según Zelensky, Putin mintió cuando presentó escenarios alarmistas sobre la rápida ocupación rusa de territorios ucranianos. Comentó que, en realidad, les tomó meses defender posiciones clave y llegar a Kiev no fue ni sencillo ni inmediato.
“Con Donald Trump hablamos de armas de largo alcance, de misiles, y todo depende ahora de sus decisiones”, afirmó Zelensky a su llegada al Consejo Europeo Permanente (EPC) en Copenhague.
La tensión aumentó con la advertencia de Moscú de que responderán de forma “apropiada” si Washington decide suministrar misiles Tomahawk a Ucrania, misiles que podrían cambiar la dinámica del conflicto debido a su alcance y precisión.
Europa se prepara para un conflicto de largo plazo y debate nuevas defensas
Mientras tanto, en Copenhague continúan las reuniones de los líderes europeos durante el Consejo Europeo Informal y el encuentro de la Comunidad Política Europea con la presencia de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. La UE proyecta cómo afrontar no solo la guerra en Ucrania sino futuras amenazas híbridas, aunque mantiene divisiones internas sobre cómo implementar defensas, especialmente respecto a la instalación de un muro de drones con capacidades anti-rusas.
La primera ministra danesa y anfitriona, Mette Frederiksen, advirtió que la actual agresión de Rusia es solo “el principio” de un conflicto mayor que podría endurecerse en los próximos meses o años.
Impacto cultural y daños en Ucrania: cifras devastadoras
El Ministerio de Cultura y Comunicaciones Estratégicas de Ucrania proporcionó una actualización sobre los daños al patrimonio cultural del país tras la invasión rusa. Hasta el 25 de septiembre de 2025, 1,599 sitios de patrimonio cultural y 2,415 infraestructuras culturales han sido destruidos o dañados. Esto incluye 149 sitios de importancia nacional, 1,300 de importancia local y 150 monumentos recientemente identificados. Los daños cubren 18 regiones, con las pérdidas más significativas en las regiones de Kharkiv (341 sitios), Kherson (293), Odesa (182), Donetsk (173) y Kiev (154).
Los sitios afectados incluyen más de 1,175 centros culturales y de recreación, 848 bibliotecas, 184 institutos de educación artística, 133 museos y galerías, 50 teatros y agrupaciones de música y cine, además de 9 reservas naturales, 11 parques y zoológicos, 4 circos y 1 estudio cinematográfico en Kiev. La destrucción ha impactado a 326 comunidades territoriales y es más crítica en zonas en conflicto o bajo ocupación como Luhansk y partes de Zaporizhia, Donetsk y Kherson, donde la evaluación total sigue siendo imposible por la presencia rusa.
Lo que está en juego y el futuro del conflicto
La escalada verbal y militar es clara. Putin carga la responsabilidad sobre la OTAN y reconoce una guerra abierta, lo que refleja un endurecimiento del conflicto tras más de un año de hostilidades. Ucrania, por su parte, sigue buscando apoyo político y militar de Occidente, mientras la guerra drena los recursos y destruye irreversiblemente la infraestructura civil y cultural del país.
La posible entrega de misiles Tomahawk representa un giro tecnológico que podría permitir a Ucrania atacar objetivos rusos con mayor precisión y desde mayor distancia, un avance que Rusia amenaza con contrarrestar con medidas militares “adecuadas”. La dinámica ahora tiene importantes riesgos de perpetuar y aumentar la violencia.
En Europa, la fragmentación política en temas federales y de defensa refleja la dificultad para articular respuestas unificadas frente a la amenaza híbrida rusa y sus consecuencias globales. Italia, con Meloni en la mesa, participa activamente en estos debates, pero el continente muestra divisiones sobre el nivel de apoyo militar y tecnológico que debe otorgar a Kiev.
Este nuevo capítulo del conflicto Ucrania-Rusia sigue desarrollándose con rapidez y riesgo estratégico elevado, con la comunidad internacional expectante sobre las siguientes decisiones políticas y militares que pueden alterar el mapa de seguridad en Europa y más allá.
