La situación en la región oriental de Ucrania se agrava con intensos combates en Pokrovsk, ciudad estratégica del Donetsk. La ofensiva rusa busca un avance decisivo antes del invierno, mientras Kiev rechaza las afirmaciones de un cerco total y anuncia una contraofensiva activa en la zona.
Combates feroces en Pokrovsk y disputas sobre el cerco
El Ministerio de Defensa ruso reporta que sus tropas rodearon a las fuerzas ucranianas en Pokrovsk y que varios soldados comenzaban a rendirse. Sin embargo, las fuerzas de Kiev niegan que exista un cerco completo o rendición general. Describen la situación como “compleja y dinámica”, en la que se combate zona por zona y se han reforzado con fuerzas especiales para lanzar una contraofensiva.
Según el grupo de inteligencia militar ucraniano y fuentes periodísticas como RBC-Ucrania, las tropas nacionales están realizando operaciones de estabilización para mantener y en algunos sectores incluso avanzar en sus líneas. La agrupación open source DeepState sostiene que el ingreso de tropas y suministros para las fuerzas ucranianas en Pokrovsk aún cuenta con un corredor de más de 10 kilómetros.
El presidente Volodymyr Zelensky alertó que Moscú ha desplegado alrededor de 170.000 soldados en la región de Donetsk para apretar el cerco sobre Pokrovsk, objetivo clave por años para Rusia. Zelensky detalló que, aunque los rusos están en Pokrovsk, las tropas ucranianas están “destruyendo poco a poco” a los invasores mientras preparan un posible retroceso táctico.
En paralelo, el Kremlin asegura que también tienen cercado Kupiansk y que la captura de Pokrovsk es inminente, incluso ofreciendo riesgosos “caminos seguros” para periodistas rusos que quieran comprobar las “victorias”. Kiev desmiente estas afirmaciones, calificándolas de propaganda y asegurando que los progresos rusos son mínimos a pesar del desgaste en ambos bandos. Desde Ucrania resaltan que Rusia no ha logrado tomar las regiones de Donetsk y Lugansk después de casi cuatro años.
Extensión de ataques rusos en otras regiones y daños civiles
Los combates y ataques rusos no se limitan a Donetsk. En Mykolaiv, en el sur del país, un ataque con misiles Iskander dejó un saldo de un muerto y 15 heridos, incluyendo un niño. Esta zona vuelve a sufrir la alta intensidad de bombardeos tras una serie de ataques similares.
En la región central de Poltava, un bombardeo ruso provocó un incendio en un complejo de gas, afectando la infraestructura vital. Además, en la región norteña de Chernihiv, un impacto en una granja hirió a una mujer de 66 años, según informó el funcionario regional Viacheslav Chaus a través de Telegram.
En la región de Kherson, Moscú llevó a cabo ataques sistemáticos durante días, impactando al menos 24 localidades y causando la muerte de dos civiles, además de 22 heridos entre la población. El gobernador regional Oleksandr Prokudin denunció daños a infraestructura crítica como gasoductos, edificios residenciales, incluyendo ocho bloques de apartamentos y una iglesia destruida. Los bombardeos interrumpieron el suministro de gas, aunque no se registran incendios activos.
Ucrania da un golpe estratégico en el corazón ruso con ataque a oleoducto
En Moscú y alrededores, la inteligencia militar ucraniana (GUR) informó de una operación exitosa en territorio ruso que destruyó tres conductos del oleoducto Koltsevoy, una infraestructura clave para el abastecimiento de combustibles a las fuerzas rusas. El oleoducto, que abastecía refinerías en las regiones de Ryazan, Nizhni Nóvgorod y la capital, transportaba millones de toneladas anuales de gasolina, diésel y combustible para aviación.
El ataque, ocurrido en el distrito Ramensky, superó la defensa antidrone y causó daños simultáneos a los tres conductos, lo que según el general Kirill Budanov del GUR representa “un duro golpe” para la capacidad operativa y económica de Rusia. Budanov señaló además que estos ataques han provocado más estragos a Moscú que las sanciones internacionales hasta ahora.
Posible impulso de Estados Unidos a Ucrania con misiles Tomahawk
En medio del esfuerzo de defensa, Ucrania espera la confirmación oficial del envío por parte de EE.UU. de misiles de crucero Tomahawk, con largo alcance superior a 1.600 kilómetros. El Pentágono ya dio luz verde a la propuesta tras evaluar que no comprometería sus propias reservas de munición, pero la decisión final está en manos del presidente Donald Trump. Según fuentes citadas por la CNN, Trump ha expresado reservas respecto a entregar armas consideradas críticas para la seguridad nacional estadounidense.
El asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak calificó la posible entrega de Tomahawk como una “elección perfecta e importante”, especialmente ante el bombardeo sistemático ruso que continúa contra civiles e infraestructura civil. Podolyak hizo un llamado a que el presidente Trump autorice pronto el envío para ampliar significativamente la capacidad defensiva ucraniana y acelerar el fin del conflicto.
Colapso del diálogo diplomático y cancelación de la cumbre Trump-Putin
Mientras la guerra no muestra señales de bajar intensidad, se informó que la esperada cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin, prevista en Budapest, fue cancelada por diferencias irreconciliables sobre Ucrania. Según el Financial Times, Moscú condicionó el encuentro a concesiones territoriales de Ucrania, reducción de sus fuerzas armadas y garantías que impidan su ingreso a la OTAN, propuestas rechazadas firmemente por Washington.
Tras una tensa conversación entre el ministro ruso Sergei Lavrov y el secretario de Estado americano Marco Rubio, se informó a Trump que Rusia no estaba dispuesta a flexibilizar sus exigencias ni avanzar en negociaciones reales. Zelensky manifestó su disposición a dialogar, pero sin aceptar el retiro previo de tropas ni la cesión de territorios, manteniendo la integridad territorial ucraniana como línea roja.
Amenaza de drones en Europa y alerta en Alemania
En paralelo al conflicto, Alemania y varios países europeos registraron incidentes con drones no identificados cerca de aeropuertos y bases militares, lo que ha generado alarmas por la posible amenaza híbrida rusa. El aeropuerto de Múnich debió cerrar dos veces en octubre debido a estas incursiones, y se han adoptado medidas para mejorar la detección y neutralización de estos aparatos.
Autoridades alemanas y de otros países de la OTAN culpan a Moscú, que niega cualquier implicación. Estas acciones añaden nuevas tensiones y vulnerabilidades a la seguridad europea en el contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania.
La batalla por Ucrania se extiende en múltiples frentes, con escenarios en constante movimiento y señal clara que la guerra aún no encuentra un desenlace cercano. Mientras Rusia concentra tropas, despliega ataques y bloquea la vía diplomática, Ucrania resiste con refuerzos, contraofensivas y apoyo internacional, en una guerra que impacta profundamente no solo la región sino toda Europa.


































