El expresidente de Estados Unidos Donald Trump ha cambiado nuevamente su postura sobre la guerra en Ucrania, esta vez alineándose a favor de que Kiev recupere los territorios que tenía antes del inicio del conflicto armado con Rusia. La declaración, publicada en su red social Truth, contradice sus posiciones anteriores y genera nuevos interrogantes sobre la evolución de su discurso respecto al conflicto.
Trump respalda que Ucrania recupere sus fronteras previas a la guerra
Trump afirmó que Ucrania, con ayuda de la Unión Europea, la OTAN y apoyo financiero, puede “combatir y recuperar” los territorios que controlaba antes de la invasión rusa en 2022. En sus palabras, recuperar los límites originales “es una opción” que requiere tiempo y paciencia.
“Con tiempo y paciencia, y el apoyo financiero y de la OTAN, los límites originales de cuando la guerra comenzó son una opción para Ucrania”
Sin embargo, Trump especificó que esta recuperación se refiere a los territorios que Kiev controlaba antes del conflicto, excluyendo la Crimea y las zonas independientes de Lugansk y Donetsk que han estado bajo control ruso desde 2014. Los territorios bajo disputa corresponden a áreas capturadas por Moscú en los últimos años que, para Trump, podrían y deberían ser devueltas a Ucrania.
Este giro elimina la consideración anterior de un posible intercambio territorial con Rusia, donde Moscú buscaba ratificar su control sobre nuevas áreas anexadas, algo que se debatió y estuvo presente en las conversaciones de agosto pasado.
Europa, clave en el financiamiento a Ucrania
En su mensaje, Trump también destacó que los esfuerzos de Kiev para reconquistar esos territorios dependerán del financiamiento principalmente europeo, mediante un mecanismo acordado en julio. Bajo ese acuerdo, los países europeos proveen armamento a Ucrania y luego lo reemplazan comprándoselo a Estados Unidos para mantener sus arsenales.
Trump insinuó que Ucrania podría incluso avanzar más y recuperar territorios dentro de Rusia, pero reiteró que los recursos que sostendrán esa lucha deberán venir de Europa y la OTAN, ya que Estados Unidos se ha limitado a proveer una parte reducida del apoyo financiero en los últimos meses. De hecho, EE.UU. ha entregado cerca de 500 millones de dólares en ayuda directa, mientras que el grueso de los suministros han sido proporcionados por países europeos.
Una postura que contrasta con las declaraciones de 2025
Este cambio de discurso es la última de una serie de oscilaciones en la posición de Trump sobre Ucrania. En febrero de 2025, el expresidente había emitido mensajes mucho más críticos hacia Kiev, calificando por ejemplo a Volodímir Zelenski como “dictador” y afirmando que Ucrania “no debería haber iniciado la guerra”.
El 28 de febrero de 2025 quedó registrado un tenso encuentro en la Casa Blanca entre Trump y Zelenski. Durante la reunión, Trump cuestionó la documentación de Kiev y lanzó advertencias duras que en la prensa se interpretaron como un intento de presión.
La relación se suavizó después, especialmente tras su encuentro en el Vaticano en abril durante las ceremonias por el funeral del papa Francisco, cuando Trump reconoció un posible poco interés de Putin por la paz y criticó los bombardeos rusos en ciudades ucranianas.
Acuerdo y conversaciones con Putin marcaron nuevos giros
En agosto de 2025, Trump se reunió con Vladimir Putin en Alaska. Ese encuentro abrió la especulación mediática sobre un posible intercambio territorial entre Rusia y Ucrania, con Moscú buscando garantías para sus anexiones y Trump sugiriendo posibles acuerdos de paz que involucraran esas cuestiones.
Pero esa línea fue abandonada en los meses siguientes, y el nuevo posicionamiento de Trump, divulgado esta semana, lo vuelve a poner del lado de la recuperación plena de Ucrania sobre sus zonas previas a la guerra.
Impacto político y expectativas futuras
El cambio de Trump puede influir en la percepción internacional sobre el conflicto, dado su peso político y la ausencia de claridad en la política estadounidense a largo plazo respecto a Ucrania. También reaviva la polémica sobre el papel de Europa y la OTAN en la financiación y apoyo militar a Kiev, frente al limitado compromiso económico estadounidense evidenciado en 2025.
En Italia, este posicionamiento podría influir en el debate político europeo que ya está dividido en torno a la continuidad y el alcance de la asistencia a Ucrania. La postura de Trump reafirma la importancia estratégica que la Unión Europea tiene que asumir para sostener los esfuerzos ucranianos en un conflicto que sigue activo y desestabilizador para el continente.
Mientras tanto, en el terreno, las fuerzas ucranianas continúan enfrentando a Moscú por el control de áreas clave, con intensas operaciones y crecientes capacidades militares rusas. Según datos recientes, Rusia podría aumentar su producción de drones a 5 mil unidades mensuales para 2026, lo que obligaría a Kiev y sus aliados a redoblar esfuerzos en defensa y ofensiva.
Trump, Europa y la guerra en Ucrania: ¿un nuevo capítulo?
Las palabras de Trump en Truth Social reflejan una renovada apuesta por el respaldo conjunto a Kiev, legitimando la recuperación territorial como objetivo. Esto contrasta con su imagen anterior de inacción o de propuestas de arreglo que consolidaban las ventajas rusas.
Las declaraciones también subrayan el peso económico y político de Europa en la guerra, destacando que sin apoyo europeo sostenido, Ucrania no podría sostener la resistencia ni avanzar territorialmente. Este énfasis también posiciona a la Unión Europea en el centro de la gestión internacional de la crisis.
En suma, la última intervención pública de Trump abre un nuevo capítulo en el discurso sobre Ucrania, que seguirá siendo clave para los procesos diplomáticos y militares en la región y para el futuro equilibrio en Europa. Las controversias y las alianzas se redefinen mientras la guerra continúa activa, y las posiciones políticas internacionales evolucionan en consecuencia.
