El presidente estadounidense Donald Trump ordenó el despliegue inmediato de la Guardia Nacional en la ciudad de Portland, Oregón, y en todas las sedes del organismo federal ICE (Inmigración y Control de Aduanas) que estén bajo amenaza de ataques. Además, autorizó el uso de “toda la fuerza necesaria” para neutralizar a quienes tilda de “terroristas domésticos”, incluyendo a miembros de Antifa y otros grupos que, según su discurso, están desatando el caos en estas zonas.
Orden presidencial y contexto inmediato
La orden fue anunciada por Trump a través de un mensaje en su plataforma Truth, después de que la Secretaria para la Seguridad Nacional, Kristi Noem, solicitara directamente el envío de tropas para proteger Portland, donde la violencia de grupos radicales ha escalado. El presidente también instruyó al Secretario de Defensa, Pete Hegseth, a proporcionar todas las fuerzas necesarias en la operación, destacando que la situación en Portland ha degenerado en una “guerra”.
“Ordeno al secretario a Guerra que provea todas las tropas necesarias para proteger Portland, devastada por la guerra, y cualquier sede del ICE bajo asedio por Antifa y otros terroristas internos,” dijo Trump.
Esta medida llega tras días de protestas violentas en las cuales se han registrado agresiones tanto a agentes federales como entre manifestantes. Recientemente, hubo un episodio que escandalizó a las autoridades: un grupo de manifestantes colocó una ghigliottina, símbolo de violencia extrema, frente a uno de los edificios de ICE, acto que fue calificado por el Departamento de Seguridad Nacional como “comportamiento desequilibrado”.
Violencia y medidas federales en Portland
El edificio de ICE en Portland ha sido un epicentro de protestas contra las deportaciones y las políticas migratorias del gobierno federal, desde hace meses. Estas manifestaciones frecuentemente escalan en enfrentamientos con agentes federales que protegen las instalaciones y, en varias ocasiones, estos agentes resultaron heridos, al igual que algunos manifestantes detenidos por agresiones.
Además, estas protestas forman parte de un escenario político más amplio que Trump denuncia como “la amenaza de la izquierda radical” que él responsabiliza por el aumento de violencia y desorden en el país. Solo en verano, el mandatario ya había desplegado la Guardia Nacional y Marines en Los Ángeles para controlar el orden público.
El mismo Trump, en un comentario reciente dentro del Despacho Oval, se mostró firme respecto a la acción en Portland y otras ciudades con altos índices de violencia. Dijo que el gobierno ejecutará una “operación importante” para neutralizar a lo que llamó “agitadores profesionales y anarquistas”.
Reacciones y contexto político
El enfoque militar y la autorización para uso de fuerza total destacan un giro agresivo en la respuesta federal a los disturbios civiles. La intensificación de las medidas ocurre poco después del asesinato del activista conservador Charlie Kirk, que según Trump, es un símbolo del ataque de la “izquierda radical” contra sectores conservadores.
Esta estrategia representa un claro mensaje de fuerza y un reforzamiento de la presencia federal para garantizar la seguridad en ciudades consideradas “fuentes de violencia”, además de Portland, se mencionan Chicago y Baltimore, donde el presidente también ha amenazado con enviar tropas para enfrentar la delincuencia.
Sin embargo, la movilización genera críticas entre grupos progresistas y defensores de derechos civiles que condenan la militarización de las ciudades y advierten de posibles abusos de autoridad y violaciones a las libertades de protesta pacífica.
Portland y la política migratoria bajo presión
El ICE es una agencia federal encargada de la detención y deportación masiva de inmigrantes indocumentados, función que genera controversia y enfrenta resistencia social en varios estados. En Portland, las protestas contra ICE reflejan un rechazo contundente a las redadas migratorias, con activistas que exigen el cierre de sus oficinas y el fin de estas políticas.
La llegada de las tropas, al margen de aumentar la tensión, podría endurecer la confrontación entre el gobierno federal y los grupos locales que buscan proteger a migrantes y demandan reformas migratorias profundas. Este conflicto se inserta también en una atmósfera electoral y política polarizada, donde la seguridad y el orden público son temas clave para la administración Trump.
Situación actual y próximos pasos
Por ahora, el despliegue ya está en marcha y las autoridades federales supervisan la llegada de la Guardia Nacional a Portland, con órdenes explícitas de actuar con plena autoridad para detener cualquier acto violento contra instalaciones federales o personal de seguridad.
Se espera que en las próximas horas se intensifiquen las acciones contra los manifestantes que mantienen protestas en las inmediaciones del ICE y otras zonas consideradas conflictivas. Este operativo es parte del plan federal para restaurar el control en ciudades que, según Trump, enfrentan “una ola de violencia” sin precedentes.
Seguirán llegando reportes sobre la evolución de esta operación mientras la tensión política y social continúa en aumento ante la campaña electoral presidencial y las polarizaciones en Estados Unidos.
