Yifat Tomer-Yerushalmi, abogada del Ejército israelí, renunció esta semana tras admitir que filtró un vídeo con imágenes que muestran a soldados israelíes abusando sexualmente de un preso palestino en la prisión Sde Teiman.
El vídeo, grabado en un centro donde se detienen palestinos durante la actual guerra en Gaza, muestra a soldados fuertemente armados arrastrando a un hombre palestino, vendado y rodeado por escudos antidisturbios para ocultar el abuso. El detenido sufrió graves heridas: daño en el ano, ruptura intestinal, pulmón y costillas rotas.
La filtración desató una indignación dividida en Israel, donde la condena pública no se centró en el crimen de los soldados, sino en la traición por la difusión del material.
Tomer-Yerushalmi confirmó su papel en la fuga de la grabación de CCTV y anunció su salida del cargo para no afectar la investigación interna que el Ejército ha abierto.
Fuentes palestinas indican que el preso, herido gravemente, habría sido devuelto a Gaza tras los incidentes, a pesar de la gravedad de sus lesiones.
El caso ha reavivado el debate internacional sobre el trato a los prisioneros palestinos y los abusos cometidos en el marco del conflicto en Gaza, con fuertes denuncias a Israel por parte de organizaciones de derechos humanos.
Por ahora, el Ejército israelí mantendrá la investigación en reserva mientras lidia con la crisis interna causada por esta filtración y el impacto en su imagen pública.
						
									

































