Manpreet Jatana, 34, y Jaskiret Singh Uppal, 36, comparecieron este martes en el Old Bailey de Londres acusados de asesinar a su hija de tres años, Penelope Chandrie, tras haberla “deliberadamente dejado morir de hambre”.
La niña fue encontrada en diciembre de 2023 envuelta en una sábana y en estado “muy demacrado”, según informó la policía metropolitana. La autopsia concluyó que la causa de la muerte fue malnutrición severa, con “hambruna prolongada durante meses que derivó en cetoacidosis fatal”, detalló la fiscalía.
Jatana y Uppal enfrentan cargos por asesinato, homicidio involuntario, permitir o causar la muerte de un niño y abandono con sufrimiento o lesiones innecesarias. La magistrada Lynn Tayton ordenó que ambos permanecieran bajo custodia hasta la próxima audiencia, prevista para el 16 de diciembre, donde formalizarán sus declaraciones de culpabilidad o inocencia.
La familia, que seguía una dieta vegetariana basada principalmente en yogur, lentejas y mantequilla, fue hallada viviendo en condiciones precarias en un domicilio en Pennine Way, Hayes, una zona al oeste de Londres.
Los servicios de emergencia acudieron a la vivienda la noche del 17 de diciembre de 2023, cuando se reportó la situación crítica de la niña. Sin embargo, la investigación se extendió durante casi dos años hasta que ambos padres fueron detenidos y formalmente acusados el mes pasado.
Las autoridades presentaron en la corte que la malnutrición y el abandono no fueron accidentales, sino resultado de un maltrato prolongado. La acusación sostiene que el daño fue intencional y que la niña murió tras meses de sufrimiento evitables.
Este caso ha conmocionado a la comunidad local y vuelve a poner sobre la mesa los mecanismos de protección infantil en el Reino Unido.
