Mario Milošević, uno de los acusados en el juicio por el asesinato de Miodrag Kruščić y el ataque a la periodista Olivera Lakić, denunció hoy ante el Tribunal Superior de Podgorica que la sala para revisar los documentos del caso en la prisión de Podgorica (UIKS) es totalmente inadecuada.
El acusado afirmó que la habitación donde debe revisarse la evidencia es “como un búnker para perros”, sin ventanas ni ventilación, lo que hace imposible examinar los expedientes durante horas. “No hay aire, no hay luz, no se puede trabajar cinco o seis horas así”, afirmó Milošević. Pidió que se muestren fotos para que se entienda la situación real.
El juez Radovan Vlaović explicó que en esa sala hay un solo ordenador y un portátil que se entrega bajo solicitud, pero Milošević insistió que eso no basta. Además, el acusado anunció que reemplaza a la abogada asignada de oficio y contrata a sus abogados de confianza para preparar su defensa, argumentando que necesita tiempo y mejores condiciones.
Por otro lado, Goran Rakočević, también acusado, recibió una abogada de oficio tras la destitución de su defensor anterior. Rakočević pidió que le copien la evidencia en formato digital para analizar mensajes de Sky y que se le entregue el acta de declaración de un testigo clave.
La investigación y la acusación giran en torno a un grupo criminal que, según la Fiscalía Especial, está implicado en delitos graves: creación de organización criminal, asesinato, posesión ilegal de armas, producción y tráfico de drogas. Entre los imputados, además de Milošević y Rakočević, figuran Milan Vujotić, Filip Bešović, Sanja Božović, Veselin Bubanja y otros.
El caso incluye el asesinato de Kruščić en mayo de 2018 y el ataque contra Lakić el mismo mes, además del contrabando de 554 kilos de marihuana desde Albania en 2021.
El juicio, que podría prolongarse, ha sido aplazado al 24 de noviembre debido a estas dificultades y la necesidad de los acusados de contar con mejores condiciones para preparar su defensa.

































