Aleksandar Ružić, dentista de formación, fue elegido hoy director interino del Fondo para el Seguro de Salud (FZO) en Montenegro.
La decisión la tomó el recién formado Consejo de Administración del FZO, que apoyó a Ružić con cuatro votos de seis, mientras dos miembros se abstuvieron y uno no asistió a la sesión.
Ružić reemplaza a Vuka Kadić, destituido de manera abrupta por este nuevo consejo que asumió funciones tras una renovación administrativa. Kadić ocupaba el cargo de director desde 2022 y fue promovido a director ejecutivo en 2024.
La salida de Kadić se produce en medio de tensiones internas y acusaciones cruzadas con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Finanzas, en un contexto de crisis por la escasez de medicamentos. Kadić denunció repetidamente que el presupuesto para compra de medicamentos estaba bloqueado por las cuotas mensuales que impone Finanzas, lo que generó alertas sobre posibles problemas en la atención de pacientes en Montenegro y en el extranjero.
El Ministerio de Salud y expertos desmintieron que el acceso a tratamientos en otros países fuera a ser interrumpido, destacando que existen comisiones especializadas que autorizan derivaciones médicas según protocolos establecidos, incluso sin contratos formales con clínicas extranjeras cuando el caso lo requiere.
Tras su destitución, Kadić anunció que presentará demandas penales y administrativas contra Marko Tomašević, presidente del Consejo, y su adjunta Milena Roganović, acusándolos de violar procedimientos legales y normas internas.
“Cuando reciba la notificación oficial de cese, demandaré al Tribunal Administrativo de inmediato”, dijo Kadić a medios locales.
Este movimiento interrumpe los planes iniciales del Gobierno montenegrino, que no pudo actuar antes debido a que el mandato del anterior Consejo había expirado. La crisis se agravó tras semanas de problemas para surtir medicamentos, hasta que el Ejecutivo autorizó un aporte extraordinario de 30 millones de euros para cubrir gastos hasta fin de año.
Ružić asume ahora en un momento clave con la misión de estabilizar la institución y recuperar la confianza de los usuarios, mientras Montenegro sigue enfrentando desafíos en su sistema público de salud.


































