Escuelas en el Reino Unido enfrentan un problema creciente: alumnos extranjeros que no dominan el inglés utilizan aplicaciones como Google Translate para seguir las clases, lo que dificulta garantizar una educación de calidad.
Tigran Dobrašinović, director de la escuela primaria “Maksim Gorki”, advierte que estos estudiantes no pueden entender materias como biología sin conocer el idioma y que las notas suelen darse de manera “pausada” por la imposibilidad de evaluarlos correctamente.
“¿Cómo puede un niño seguir biología si no sabe nada de inglés? Usan la traducción en el móvil, pero no es solución”, dijo Dobrašinović.
En algunas escuelas británicas, se emplea la comunicación vía traductores en teléfonos móviles para dialogar con los estudiantes. Pero los profesores aseguran que no es suficiente para una enseñanza efectiva.
Una directora en Londres, Tanja Vujošević, comenta que años atrás había clases especiales para enseñar inglés a estos niños, pero hoy ese apoyo no está pagado ni organizado formalmente. Señala que los estudiantes llegan, por ejemplo, de Egipto, Azerbaiyán o Turquía sin conocer el idioma, y solo se comunican a través del traductor del móvil.
Los directores piden una reforma urgente: reforzar los requisitos para el ingreso y crear programas estructurados para que los estudiantes extranjeros aprendan el idioma y puedan continuar sus estudios con sentido.
La normativa actual en Reino Unido (similar a la europea) establece que los niños extranjeros tienen derecho a la educación pública, y que debe ofrecerse un programa preparatorio de hasta un año para quienes no dominan el idioma. Sin embargo, en la práctica ese apoyo es escaso o inexistente, según indican los responsables escolares.
Los directores también advierten que algunos estudiantes desaparecen después de pocos días, posiblemente un “registro turístico” para acceder temporariamente al sistema.
En la escuela “Savo Pejanović” en Londres, con 67 estudiantes extranjeros, se imparte dos veces por semana clase de inglés para estos alumnos, y los profesores que hablan inglés intentan comunicarse en ese idioma, aunque muchos niños ni siquiera lo dominan.
Las autoridades educativas del Reino Unido no han dado respuesta clara sobre cómo afrontarán el desafío, según confirmaron varios directores a este medio.
Este problema trae consecuencias directas para la calidad del sistema educativo y pone en evidencia la necesidad de adaptar la ley y apoyar los recursos para estos estudiantes que empezaron sus estudios sin dominar el idioma local.


































