La joven promesa del arte montenegrino, el escultor Stefan Bošković, expone su serie “Suspenzija” en la emblemática Pomirbena dvorana del islote Gospa od Škrpjela, en Perast. La muestra fue organizada por la Galatea Gallery de Podgorica en colaboración con el Biskupski Ordinarijat Kotor, desde donde destacan la importancia de esta presentación en un espacio de relevancia espiritual y cultural.
Ivana Martinović, escultora y conservadora, firmó el texto del catálogo y definió los trabajos de Bošković como una invitación a la reflexión profunda, donde la percepción rompe con el reconocimiento inmediato para adentrarse en un análisis contemplativo y filosófico. En un entorno sacro como la sala, las obras “preparan el terreno para un encuentro con lo que trasciende la realidad física”, explicó.
El proyecto combina imágenes con tonos apagados y figuras arquetípicas que diluyen el realismo para fomentar una “suspensión sistemática del significado”. Según Martinović, esta suspensión que da título a la obra funciona como un llamado a detener el juicio rápido y a explorar preguntas éticas y ambientales sobre la relación del ser humano con la naturaleza y el otro.
La colaboración entre Galatea y la iglesia en Perast lleva ya 16 exposiciones conjuntas, consolidándose como una tradición cultural en la región. Para celebrar la muestra, Bošković, la galería y la iglesia donaron una obra del ciclo que quedará incorporada al patrimonio del templo de Gospa od Škrpjela.
Mons. Srećko Majić, párroco y administrador del santuario, agradeció el esfuerzo conjunto y prevé nuevas exhibiciones que sigan enriqueciendo la escena artística local. La muestra de Bošković ofrece así no solo una ventana al arte contemporáneo de Montenegro, sino un espacio para la reflexión ética y espiritual dentro de uno de los sitios más simbólicos del país.
