Una mezquita en Peacehaven, East Sussex, fue atacada y incendiada la noche del sábado mientras aún había personas en el interior, según confirmó la policía que investiga el caso como un presunto crimen de odio y acto de incendio provocado.
El incendio se desató alrededor de las 21:50 horas tras las oraciones vespertinas, cuando varios hombres con pasamontañas intentaron entrar en el edificio y prendieron fuego a un vehículo de un voluntario aparcado afuera, que fue destruido. Las cámaras de seguridad grabaron la escena y mostraron los repetidos intentos de allanamiento.
Dos personas se encontraban dentro de la mezquita, y gracias a que uno de los afectados sintió el humo y salió a tiempo, no hubo heridos graves, aunque por el daño la comunidad teme no poder retomar las oraciones próximas. “Podría haber sido mucho peor”, declaró un representante del centro, que prefirió mantener el anonimato.
La mezquita atiende a cientos de fieles de toda la zona, con hasta 500 asistentes los viernes. Según el portavoz, “el fuego llegó al área principal de oración”, dañando seriamente el edificio.
El ataque ocurre en un contexto de aumento de tensiones en la zona, donde se han registrado recientemente actos vinculados a grupos de extrema derecha que han izado banderas inglesas en la costa sur. La policía mantiene un amplio cordón de seguridad mientras avanza la investigación.
Sussex Police acaba de pedir colaboración ciudadana para encontrar a los atacantes. La detective superintendente Karrie Bohanna afirmó:
“Estamos ante una investigación rápida y urgente. Cualquier información es vital. No toleramos crímenes de odio en Sussex”.
Desde la Brighton and Hove Muslim Forum y la comunidad local han condenado el suceso. En redes, la presentadora Narender Kaur calificó el incendio como “terrorismo” y pidió que las autoridades condenen el ataque con la misma contundencia que el atentado reciente contra una sinagoga en Manchester, que dejó dos muertos y conmocionó al Reino Unido.
La mezquita atacada es uno de los pocos centros de culto islámico en la zona, lo que aumenta la preocupación sobre la seguridad y la convivencia. Se han lanzado campañas para recaudar fondos con el fin de reparar los daños y mantener la actividad religiosa.
Phil Rosenberg, presidente de la Junta de Diputados de Judíos Británicos, también manifestó su condena y pidió respeto para todas las comunidades religiosas:“Todos debemos poder rezar sin miedo”.
El atentado en Peacehaven se suma a una creciente ola de ataques contra minorías religiosas en el Reino Unido, lo que agita el debate sobre la violencia motivada por racismo y odio. Las autoridades reforzarán la vigilancia en la región y estudian medidas para evitar una escalada.
