La BBC enfrenta una nueva ola de críticas en Reino Unido tras publicar un reportaje desde Gaza que sólo pudo realizar bajo estricta supervisión militar israelí y sin contacto con palestinos.
La corresponsal Lucy Williamson fue escoltada por militares israelíes en un acceso breve y censurado a la Franja, confirmaron fuentes internas. Según el propio reportaje, todos los materiales tuvieron que ser revisados por el ejército antes de su publicación. La BBC afirma haber mantenido control editorial, pero esta afirmación no ha convencido a periodistas y usuarios en redes sociales.
La ONU ha reconocido la ofensiva en Gaza como un genocidio que ya ha dejado más de 70.000 palestinos muertos. Sin embargo, la BBC titula su informe como “Guerra en Gaza” y repite sin cuestionar numerosas declaraciones oficiales israelíes. El periodista Richard Sanders criticó duramente el texto en X (antes Twitter), señalando que el daño intencionado a infraestructuras y civiles en Gaza es evidente y la cobertura de la BBC no refleja esa realidad.
“No menos de 10 párrafos empiezan con ‘Israel dice’ y casi ninguno se desafía,” escribió Sanders.
Analistas y periodistas en Reino Unido reprochan a la BBC un sesgo que, según ellos, encubre la magnitud de la crisis y minimiza la narrativa de genocidio. En X, usuarios denuncian que Israel controló la visita, prohibió entrevistas con palestinos y revisó el texto final, calificando el resultado como “estenografía” al servicio del ejército israelí.
Las críticas se extienden más allá del reportaje. La BBC también ha sido cuestionada por la forma en que cubrió el vídeo filtrado que muestra la violación de un menor palestino en prisión israelí. Mientras medios como Middle East Eye etiquetaron la historia como un “escándalo de violación a un prisionero palestino”, la BBC prefirió titular “fuga de vídeo”, eliminando la referencia directa a la víctima y suavizando el impacto.
El relator especial de la ONU, Francesca Albanese, condenó este enfoque y acusó a Israel de desviar la atención hacia la filtración en lugar del crimen, una estrategia replicada en el reportaje de la BBC.
“Cuando los medios borran el contexto no son neutrales, distorsionan la realidad,” escribió el Centro para el Monitoreo de Medios (CfMM).
Personajes públicos en Reino Unido, como el actor John Cleese, se han declarado abiertamente desilusionados con la BBC, señalando que ya no confían en su cobertura de estas tragedias.
La BBC insiste en mantener una línea editorial equilibrada, pero la falta de acceso libre y la supervisión israelí a sus periodistas ponen en entredicho la independencia y veracidad de sus informaciones. Mientras la guerra continúa y la cifra de muertos palestinos supera ya las 70.000, la percepción en Reino Unido es que un importante medio de comunicación clave está entregando un relato parcial y controlado, en momentos críticos para la opinión pública internacional.


































