Bruno Guimarães tomó el mando en Newcastle tras marcar el gol decisivo en el minuto 90 frente a Fulham, asegurando una ajustada victoria 2-1 que da aire al equipo en Premier League.
El centrocampista brasileño, que jugó su 150º partido con las Urracas, ya mira a la defensa del título de la Carabao Cup cuando el miércoles reciben a Tottenham en St James’ Park. “Queremos hacer historia de nuevo, después de 70 años sin trofeos, ahora podemos sumar dos títulos consecutivos,” dijo tras el partido.
Newcastle arrancó fuerte con un gol de Jacob Murphy a los 18 minutos, pero perdió intensidad, permitiendo la igualada de Sasa Lukic en la segunda mitad. Cuando parecía que el empate sería el resultado final, Guimarães aprovechó un rebote tras el disparo de Will Osula que el portero Bernd Leno atajó, para anotar su tercer gol del curso.
“Tengo que estar más dentro del área, a veces fallo ocasiones fáciles y hoy fue la oportunidad para demostrar que puedo influir también ahí,”
reconoció Guimarães, quien admite que el cuerpo técnico le pide mayor presencia ofensiva.
El mes para Guimarães ha sido agitado: estuvo con Brasil en amistosos contra Corea del Sur y Japón y vivió un susto en el vuelo a Asia cuando el avión volvió a Ámsterdam por la ventana rota. “Yo estaba dormido y me desperté solo para escuchar que íbamos de vuelta,” contó el brasileño sin ocultar la sorpresa.
La grada de Newcastle salió con buenas sensaciones tras la victoria que sitúa al equipo con otro envión en liga y con la vista puesta en mantener el título de la Copa de la Liga. El encuentro contra Tottenham será una prueba dura contra un rival que no se lo pondrá fácil pero donde Guimarães confía en que el equipo estará listo para aprovechar la oportunidad.
