Budva vio interrumpida su hegemonía tras siete años y 15 trofeos consecutivos al perder la Supercopa de voleibol 3-2 ante Budućnost en Podgorica, en un partido que dejó en evidencia las dificultades para cerrar los partidos clave.
El equipo liderado por el entrenador Miljan Bošković cayó en un duelo marcado por un arranque difícil, con un 0-2 en sets que lograron remontar, pero sin fuerzas suficientes para aguantar el quinto set decisivo. “Durante los dos primeros sets, empujamos demasiado a Budućnost, especialmente en el segundo. Luego mejoramos, pero nos faltó cerrar el partido”, admitió Bošković.
El choque, jugado apenas cuatro días después del partido suspendido en Bar por problemas con el techo del “Topolica”, repitió un guion donde Budućnost salió mejor parado. Luka Babić, central de Budva y exjugador del rival, contó que aunque fue un partido emocionante, el nivel de errores perjudicó la calidad del juego.
“Fue un duelo cerrado, cinco sets y mucha intensidad, pero con fallos que afectaron a ambos. No fue el mejor partido para ninguno de los dos”
Para Bošković, la derrota es un punto de inflexión: “Este resultado es bueno para nosotros, debemos sentarnos, analizar y definir un límite que no podamos cruzar. Hay que seguir adelante y aprender”.
Destacó el rendimiento de los jugadores más jóvenes, que mostraron potencial pese al revés. Budva ya mira hacia delante: defensa de títulos en la liga nacional y la Copa, plus la participación en la liga regional MEVZA y el Challenge Cup europeo.
Babić avisó que la temporada será larga y cargada, con numerosos enfrentamientos ante Budućnost. “Esto solo ha sido el inicio. La nueva temporada promete emoción y rivalidad renovada después de años dominados por Budva”, concluyó.
