Budvanska Rivijera, equipo montenegrino de balonmano, eliminó esta semana al griego Diomidis tras una maratónica tanda de penales en Cetinje, en la sede elegida ante la indisponibilidad de la cancha de Budva.
El decisivo protagonismo lo tuvo el tercer portero de Budvanska Rivijera, el joven de 19 años Bogdan Miljenović. El técnico del equipo apostó por él en la novena serie de penales contra el griego Stilianos Asvestas. Miljenović atajó el disparo clave para sellar la victoria por 8-7 en la ronda final.
El partido terminó 38-39 en un encuentro intenso que llevó a la definición desde los 7 metros. Durante los 60 minutos reglamentarios, Diomidis venció 32-30, imponiéndose en el marcador, pero no logró evitar la tanda definitoria tras el triunfo de Budvanska Rivijera en el juego previo 30-28.
El gol que forzó la prórroga llegó en los últimos segundos, obra de Aleksa Medojević, quien anotó desde fuera cuando todo parecía perdido. Tras una serie de bloqueos y errores, el tercer arquero Miljenović se levantó como héroe para entregar a su equipo el pase al tercer tramo del EHF Europeo.
El partido se disputó en el Sportski centar “Lovćen” en Cetinje, con casi 850 espectadores en un ambiente hostil para los visitantes. Según el reporte oficial, las exclusiones sumaron ocho minutos para la Rivijera y seis para Diomidis, lo que evidenció una lucha física e intensa hasta el último minuto.
Budvanska Rivijera ahora espera rival para las próximas etapas en el EHF Europeo, sumando su primera victoria histórica en esta competición continental gracias a una combinación de defensa férrea liderada por Goran Anđelić y un revulsivo inesperado bajo los tres palos.
El técnico Novica Rudović destacó el trabajo colectivo, aunque reservó elogios especiales para Miljenović:
“Bogdan apareció en el momento justo y cambió la historia del partido”
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