California ha aprobado una ley para frenar el uso de dispositivos que simulan la conducción autónoma engañando a los sistemas de monitoreo del conductor en coches como Tesla y Ford. La medida, aprobada bajo el Senate Bill 1313, prohíbe equipar vehículos con dispositivos diseñados para desactivar, neutralizar o interferir con sistemas de monitoreo del conductor (DMS), esenciales para los coches con conducción automatizada de nivel 2.
Estos dispositivos —incluyendo pesos en el volante o bloqueadores de cámaras— se usan para que el vehículo crea que el conductor está atento, permitiendo que la tecnología tome el control sin supervisión real. Esto genera un riesgo grave en carretera, ya que estos sistemas requieren atención constante y no son coches autónomos reales.
La ley también sanciona a quienes fabriquen, vendan o distribuyan estos aparatos, aunque la multa se mantiene como una infracción leve. Quedan excepciones concretas, como la reparación de los sistemas respetando los estándares originales o situaciones amparadas por la Ley de Estadounidenses con Discapacidades de 1990, que permite el uso de estos dispositivos para asegurar la seguridad de conductores con discapacidades.
California busca así evitar que conductores tomen riesgos innecesarios pretendiendo convertir coches con asistencias parciales en vehículos completamente autónomos. La conducción autónoma real aún está lejos de llegar a masa, pero algunos han intentado saltarse las reglas con «hacks» que ahora serán ilegales.
Si bien las sanciones son bajas, el mensaje es claro: manipular los sistemas de monitoreo pone en peligro la vida en carretera. Por ahora, los conductores tendrán que conformarse con los sistemas actuales y aguardar a que la tecnología autónoma madura esté disponible y regulada.

































