Merseyside avanza hacia un cambio obligatorio en la recogida de residuos que llegará en abril de 2026. Desde esa fecha, todos los hogares de la zona deberán separar y reciclar sus residuos alimenticios, una medida que ya aplica St Helens pero que para muchas otras localidades será nueva.
El cambio responde a una ley aprobada en 2021 por el gobierno conservador de Reino Unido que obliga a los ayuntamientos a recolectar residuos orgánicos para mejorar las tasas de reciclaje, todavía muy bajas en algunas áreas. Merseyside recicla solo el 35.3% de los residuos totales y el Wirral es aún más bajo con un 31.1%, valores que el plan busca elevar.
El plan aprobado por la Merseyside Recycling and Waste Authority (RWA) plantea entregar a cada hogar dos pequeños cubos llamados “caddies” para almacenar residuos alimenticios. Uno quedará dentro de casa y otro en el exterior para la recogida. El servicio de transporte y tratamiento será gestionado por la empresa Veolia hasta 2029.
El tratamiento tendrá lugar en cuatro sitios clave: Bidston, Huyton, Southport y Gillmoss. Tres de estos ya cuentan con permiso para comenzar obras este año, y Gillmoss acaba de obtener luz verde en septiembre.
Además, el plan avanza en otras iniciativas medioambientales. Para octubre de 2027 podría implementarse un sistema de depósito retornable para botellas, similar a los ya exitosos en varias ciudades europeas donde se recupera el 98% del material. También deberán recogerse films de plástico antes de marzo de 2027.
En 2024 Merseyside procesó más de 744,556 toneladas de residuos y ahora enfrenta el reto de mejorar su gestión para cumplir con las nuevas normas estatales y la presión por reducir el impacto ambiental.
La reunión del consejo de Wirral del 20 de octubre será clave para definir los detalles finales de la implementación local del plan. Mientras tanto, miles de hogares deberán prepararse para cambiar hábitos y manejar dos nuevos cubos para basura orgánica en menos de dos años.
Este ajuste en Merseyside refleja la apuesta nacional por reciclar más y reducir la contaminación derivada de residuos orgánicos, una fuente importante de emisiones de metano cuando terminan en vertederos.
