La guerra entre Cardi B y Nicki Minaj volvió a desatarse esta semana en redes sociales y ahora tocó fondo con ataques directos hacia familiares de ambas.
La chispa la encendió Nicki Minaj al tuitear letras crípticas y mofarse del precio del nuevo álbum de Cardi, Am I the Drama?, en una serie de mensajes que aludían a una rivalidad abierta entre las dos raperas.
Cardi no tardó en responder y subió el tono, publicando en X (antes Twitter) un contundente mensaje contra el hermano de Nicki, Jelani Maraj, quien cumple una sentencia de 25 años a cadena perpetua por abuso sexual de una niña de 11 años, su hijastra.
“Your bro be touching 12 year olds,”
El caso de Maraj se remontó a abusos cometidos desde 2015, confirmados con pruebas genéticas que lo vincularon con la víctima. Además, se le añadió una condena simultánea por poner en riesgo el bienestar infantil.
Durante el juicio en 2017, mientras la defensa apuntaba a un supuesto intento de extorsión, Nicki Minaj escribió una carta de apoyo dirigida al juez, describiendo a su hermano como “el hombre más paciente, amable y desinteresado que conozco”.
El conflicto entre Cardi y Nicki tiene años de historia, incluyendo un enfrentamiento físico en 2018 en la fiesta de Harper’s Bazaar durante la Semana de la Moda en Nueva York. Desde entonces, sus intercambios han sido ásperos y constantes, pero esta vez los insultos alcanzaron un nuevo nivel personal y delicado.
Cardi también aludió al esposo de Nicki, Kenneth Petty, registrado como delincuente sexual, acusando a ambos miembros de la familia de Nicki de tener antecedentes penales por violencia sexual. El intercambio disparó numerosas reacciones en redes sociales y avivó la polémica.
En una última respuesta pública, Cardi calificó a Nicki como “una adicta poseída” y habló de dejar de malgastar su tiempo y carrera en peleas. Sin embargo, dejó abierta la puerta a un posible nuevo episodio: “La veré cuando la vea”.
La enemistad entre estas dos figuras internacionales del hip hop estadounidense se enmarca en un escenario de rivalidade histórica que ahora toca temas judiciales personales, poniendo en juego no solo su imagen pública sino también la sensibilidad social hacia los abusos.
Queda por ver si esta batalla bajará el tono o si seguirá escalando en las próximas horas.
