Una organización benéfica financiada por el Home Office está utilizando fondos públicos para enseñar a niños británicos desde los ocho años que la migración es algo positivo, según revela The Sun.
Migrant Help, la entidad responsable de la línea de ayuda para solicitantes de asilo del Gobierno, se ha convertido en un imperio con ingresos anuales de cerca de £60 millones, casi todo proveniente del bolsillo de los contribuyentes.
En un contrato de 10 años con el Gobierno, Migrant Help ha ampliado su actividad más allá de la asistencia directa a migrantes, llegando ahora a escuelas para explicar a los niños la migración bajo una luz favorable.
Esta estrategia ha levantado críticas entre sectores que consideran que se está usando dinero público para crear una narrativa oficial positiva sobre un tema que genera preocupación social y política en el Reino Unido.
El Gobierno, que enfrenta presiones sobre la política migratoria, financia con este contrato la educación de niños para fomentar empatía hacia los migrantes y solicitantes de asilo, buscando así influir en las futuras generaciones.
El gasto público en Migrant Help refleja la prioridad actual del Ejecutivo en gestionar la percepción sobre la migración mientras gestiona una de las mayores crisis migratorias recientes en Europa.
Fuentes del Home Office defienden el trabajo de Migrant Help, subrayando que la educación es clave para impulsar la integración y reducir tensiones sociales.
Por ahora, la polémica sigue sin resolverse en un momento en que varios partidos políticos debaten cómo abordar la migración, uno de los temas que más preocupa a la opinión pública británica.

































