El presidente del comité de planificación del consejo de Argyll and Bute ha puesto en duda la lógica y transparencia detrás del recurso presentado para la construcción de una planta de baterías en Taynuilt, proyecto que genera rechazo local.
Esta instalación, considerada polémica por la comunidad, enfrenta un revés político tras las declaraciones de su propia autoridad local. El consejero expresó su preocupación sobre cómo se están gestionando los procesos administrativos y técnicos en torno a la apelación contra la denegación inicial del proyecto.
La planta de baterías ha sido objeto de intensas discusiones públicas, con vecinos y grupos ambientalistas advirtiendo del impacto ambiental y cuestionando la necesidad del desarrollo en esta ubicación. La apelación busca revertir la decisión tomada por el consejo, que había impedido la puesta en marcha de la instalación.
El líder del comité pidió revisar los procedimientos internos para garantizar que las decisiones se basen en análisis sólidos y tengan en cuenta los antecedentes negativos que rodean la propuesta. Su crítica podría abrir espacio para una reconsideración más exhaustiva en la gestión pública del proyecto.
Por ahora, la comunidad de Taynuilt sigue expectante mientras la planificación local se posiciona en el centro del debate, mostrando fricciones entre los planes de desarrollo tecnológico y el rechazo ciudadano.
