Los diputados conservadores preparan una maniobra para bloquear el acuerdo sobre las Islas Chagos, ante el temor de que China pueda usarlo para espiar al Reino Unido.
El plan, adelantado por el Telegraph, busca suspender los pagos pactados a Mauricio y forzar una votación que podría paralizar el acuerdo.
Este acuerdo, firmado en mayo por £3.4 mil millones, cede la soberanía de las Chagos a Mauricio, aliado cercano de China, pero incluye una cláusula que permite al Reino Unido arrendar la isla de Diego Garcia por unos £101 millones anuales. Diego Garcia es clave: una base militar conjunta con EE.UU. usada para operaciones aéreas, submarinas y comunicaciones satelitales.
Los conservadores temen que China, aprovechando su relación económica con Mauricio, pueda instalar una estación de espionaje en islas vecinas y monitorear actividades militares británicas y estadounidenses.
El rechazo se suma al escándalo político que sacude a Labour por el fracaso del caso de espionaje chino en el Reino Unido. Ese proceso se debilitó luego de que Jonathan Powell, consejero de seguridad nacional y uno de los artífices del trato de Chagos, advirtiera que la persecución podría dañar las relaciones con Pekín. Powell también discutió pruebas con Matthew Collins, otro alto funcionario.
Priti Patel, portavoz del partido conservador, arremetió contra el Gobierno:
“Nuestro primer ministro está entregando la soberanía y más de £40 mil millones a un aliado de Pekín, tratando de evitar el escrutinio público.”
Mientras la legislación que aprueba el acuerdo entra en su fase final en la Cámara de los Comunes esta semana, la oposición planea presentar enmiendas para impedir pagos a Mauricio sin autorización parlamentaria y exigir la publicación de los fundamentos legales del proceso, atribuidos a Lord Hermer.
El debate es crucial para el Reino Unido, dado que la base de Diego Garcia es estratégica en el control del Océano Índico, un punto caliente en la rivalidad geopolítica entre Occidente y China.
