El Centro para la Educación Ciudadana (CGO) de Montenegro rechazó con firmeza los actos de violencia contra ciudadanos turcos en el país y denunció la respuesta desproporcionada del Gobierno al suspender el régimen de visados para turcos.
El coordinador de desarrollo del CGO, Miloš Knežević, pidió a las autoridades un manejo estratégico y responsable de la crisis migratoria y social que afecta a Montenegro. Advirtió que decisiones impulsivas y selectivas solo profundizan las divisiones existentes.
Los ataques recientes a la propiedad de turcos, la aparición de “patrullas populares” y la propagación de mensajes de odio en redes como llamadas al boicot de servicios como Glovo siguen a incidentes donde se gritó “Maten al turco”.
“Las instituciones deben actuar con madurez y dejar claro que la ley es igual para todos”, afirmó Knežević.
El CGO considera que la suspensión temporal del régimen sin visado para ciudadanos turcos es una medida políticamente errónea y populista que crea un precedente peligroso de castigo colectivo sin justificar. Además, reclama que medidas similares no fueron aplicadas a otros países que la Unión Europea identifica como riesgo.
Desde la organización exigen transparencia a las autoridades, especialmente al Ministerio del Interior y a la Agencia de Seguridad Nacional, sobre el número real de migrantes turcos, solicitudes de extradición recibidas desde Turquía y posibles influencias externas en los recientes incidentes.
Knežević denunció la manipulación de datos sobre la población turca en Montenegro que alimenta el miedo y la intolerancia en la sociedad.
“La culpa es siempre individual, no puede ser la base para discriminar a todo un pueblo”, sentenció.
El CGO concluyó con un llamado urgente al Gobierno para evitar que los ciudadanos asuman tareas propias del Estado, detener la expansión del discurso de odio y proteger los valores fundamentales de la convivencia interétnica en Montenegro.


































