En un acto oficial frente al Ministerio del Interior, Crna Gora dio esta noche un paso firme hacia la reforma policial con la primera entrega de la condecoración más alta para sus policías, bautizada en honor a Slavoljub Šćekić, oficial caído en servicio en 2019.
El vice primer ministro y coordinador de la Oficina Anticrimen, Aleksa Bečić, entregó post mortem la distinción al fallecido Milutin Leković en manos de su hija, durante la conmemoración anual del Día del Interior.
Bečić fue directo sobre la línea dura del gobierno contra la corrupción enquistada y el crimen organizado: “Hoy están ante la ley aquellos que creyeron comprarla, burlarla y pisotearla. Ya no hay tocados ni intocables”.
Con un discurso sin concesiones, el político remarcó que este año marca un quiebre clave en la lucha contra mafias del narcotráfico, tabaco y ecología, cuyos cabecillas han sido detenidos y han perdido poder.
El mensaje irradió desde la base: reformas de personal en marcha, un proceso veting que “no es ajuste de cuentas, sino limpieza y renacimiento”.
“Quien esté limpio que lo muestre con orgullo, quien no, que prepare su defensa”, amenazó Bečić, dejando claro que la renovación policial no será ni política ni partidista, sino basada en méritos y honestidad.
Entre las iniciativas, resaltaron la futura creación de la Academia de Policía “Slavoljub Šćekić” y el lanzamiento del mayor concurso público para renovar las filas con jóvenes formados y dedicados.
La modernización tecnológica acompaña esta purga: nuevos uniformes, radares fijos, cámaras de vigilancia, y mejoras en la interoperabilidad entre servicios de seguridad. Cada avance es “un metro más de libertad y defensa”, agregó.
Bečić valoró el trabajo del director de la Policía y el ministro, señalando que ya no serán servidores de gobiernos, sino de un estado fortalecido y respetado.
El acto recordó además a las familias de los agentes asesinados y reafirmó que la insignia policial debe proteger al pueblo, no protegerse de él.
La línea de Estado es clara: no habrá pactos con corruptos ni delincuentes que desacreditan al país. Crna Gora, afirmó Bečić, avanza hacia la justicia plena y la restauración de su dignidad.
