En Reino Unido, términos como headstone, tombstone y gravestone suelen usarse como sinónimos, pero en realidad tienen orígenes y significados distintos, según expertos consultados esta semana.
Milano Monuments, empresa especializada en lápidas, explicó que el uso común actual acepta que estos términos describan la piedra con inscripciones que marca una tumba, pero históricamente la diferencia es clara.
El término tombstone apareció en el inglés de mediados del siglo XVI y se refería originalmente a la tapa de una tumba o un ataúd de piedra. En cambio, un gravestone era una losa colocada horizontalmente sobre la tumba, más parecido a lo que hoy se llama grave ledger. En cuanto a la piedra vertical que conocemos hoy en día, siempre se ha considerado headstone.
El Commonwealth War Graves Commission añade que tanto tombstones como gravestones suelen ser grandes placas de piedra, decoradas y con inscripciones, que cubren tumbas o sepulcros.
Además, una curiosidad lingüística: la palabra inglesa grave que designa el lugar donde se entierra a una persona y el adjetivo grave que indica algo serio o triste tienen raíces diferentes. La primera viene del inglés antiguo græf, ligada a la acción de cavar, mientras que la segunda proviene del latín gravis, que significa ‘pesado’ o ‘serio’.
Este detalle etimológico sorprende a quienes asumen que las palabras están relacionadas por su significado emocional.
En resumen, aunque hoy en día todos estos términos se usen indistintamente en el Reino Unido, sus orígenes reflejan funciones y formas específicas en el contexto funerario histórico.
Este tipo de aclaraciones ayudan a entender mejor tradiciones y costumbres funerarias, así como la evolución del lenguaje relacionado con la muerte en la cultura inglesa.
 
						
									


































 
					 
								
				
				
			 
							 
							 
							 
							 
							 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				