El pintor montenegrino Dimitrije Popović inauguró esta semana en Milán su exposición “Mit mode”, un recorrido visual que reúne más de 50 obras en diversos formatos como pinturas, dibujos, objetos y fotografías instalacionales.
La muestra se ubica en el espacio amplio de la Fundación Luciana Matalon, justo después de la semana de la moda milanesa, convirtiéndose en un enlace directo con el pulso estético y cultural de la ciudad. El ciclo explora la moda como fenómeno social, estético y filosófico. “La moda es un arte en sí mismo, una performatividad del cuerpo que se convierte en icono y ruina”, declaró Popović a Pobjeda.
Un destacado homenaje en la muestra es la instalación “Zlatna ruka” dedicada al recientemente fallecido diseñador Giorgió Armani, un tributo que suma profundidad al evento, vinculado también a la atmósfera que sigue generando el legado de Armani en la moda mundial.
Nelo Tajeti, presidente de la fundación, resaltó en su discurso que la obra de Popović refleja el “fenómeno complejo de la sociedad del espectáculo” y encaja idealmente en la capital mundial de la moda. Popović volvió a exhibir en Milán tras un parón desde 1999, marcando su quinto encuentro con el público local desde 1982.
La exposición sitúa la alta costura en la categoría de arte elevado que ahora convive con otras formas artísticas en museos y galerías. Popović subraya la paradoja intrínseca al mundo de la moda: “La moda se destruye para continuar viviendo, simboliza la fugacidad humana”.
El relato visual de la exposición está dominado por figuras femeninas estilizadas que se transforman en esculturas vivas, entrelazando erotismo y disciplina en una narrativa estética que desafía el tiempo.
Desde la fundación también destacan cómo la moda hoy funciona en la era digital, donde cada prenda y elección estética es un acto narrativo y un reflejo de mitos personales y colectivos. “Mit mode” no solo es una exhibición, sino un espacio para confrontar la belleza con el malestar que provoca la constante exposición y el deseo de eternidad.
Popović es un reconocido artista en Italia con 17 exposiciones individuales en ciudades como Bari, Roma, Spoleto y Trieste. Su trabajo ha sido premiado y reconocido ampliamente en el país, consolidándolo como figura clave para entender las conexiones entre moda, arte y sociedad.
