El gobierno británico ha negado que la estación de bomberos art déco de Bath, junto al puente Clevedon, sea catalogada como edificio protegido, dejando vía libre a su demolición y reconstrucción.
La emblemática estación, diseñada en los años 30 inicialmente por Alfred J Taylor y terminada por su hija Molly Gerrard, una de las pocas arquitectas femeninas de la época, había sido recomendada para protección por Historic England y respaldada por el grupo conservacionista Twentieth Century Society.
Sin embargo, la ministra de Cultura, Baroness Twycross, rechazó la propuesta alegando que el edificio no reúne “innovación suficiente” y que las modificaciones posteriores han afectado su autenticidad. La decisión subraya que el valor histórico ligado a su creadora no supera el “elevado umbral” necesario para la catalogación.
“La ministra considera que el edificio no es especialmente innovador y sus alteraciones afectan a su valor”, dijo el Departamento de Cultura en una carta de septiembre.
La Avon Fire and Rescue Service argumenta que la estación está obsoleta, con puertas demasiado estrechas para los camiones modernos y espacios insuficientes para el personal. Sostienen que reparar la estructura antigua es inviable y planifican una moderna instalación “a la altura de sus necesidades”.
El relevo a una nueva estación implica riesgos: sus bomberos de guardia deben vivir a cinco minutos, por lo que mudar la base puede dificultar mantener a los 14 efectivos actuales.
En el plan para demoler y reconstruir se reservarán piezas originales como el poste de bombero y el escudo en la fachada, que serán reinstalados en la nueva construcción para conservar parte del patrimonio.
La Twentieth Century Society cuestionó públicamente la decisión y pidió una revisión, denuncian que la operación puede haberse basado en argumentos prácticos y no en criterios estrictamente arquitectónicos e históricos. También apuntan al rechazo reciente a catalogar otra estación en Shoreditch, Londres.
Por ahora, la solicitud de planificación para la demolición sigue pendiente de aprobación local y no hay fecha definida para el inicio de obras.
La estación sigue activa, pero su futuro está en la balanza entre conservar un edificio con valor cultural y las necesidades funcionales de un servicio de emergencia moderno.
